CHRIS

25 3 6
                                    

Vaale, hora de irse.

Alex y Grace ya están empalagosos, Emma aparta la mirada y se retuerce los dedos, y yo estoy de rabiar por irme y hablar con ella.

Lo más raro es que, Aidan - que se suponía que estaba en casa de Alex preparándose para un curso de verano de psicología -, está aquí. Lo que no me parece extraño, ya que tan solo es un chico de dieciséis años queriendo pasar un rato con sus amigos sin su hermano el sobreprotector.

Alex es el hermano más controlador del mundo. Aunque Grace siempre intenta que sea un poco más venevolente, Alex siempre le prohíbe hacer cualquier cosa que signifique estar sin protección.

Hace unos seis meses, la madre de Alex y Aidan murió. Ella era policia, y en n caso, el delincuente llevaba un arma, actuó demasiado despacio, y ya os podéis imaginar lo que ocurrió. Le disparó directamente en el corazón, haciendo que la muerte de ella fuera casi inmediata.

Su padre sufre mucho, casi cae en tentaciones, digamos, no muy saludables, pero Alex y yo lo contuvimos a tiempo. Todavía sigue mal, es un adicto al trabajo, casi no sale de ahí, varias veces, Alex y yo hemos intentado que busque ayuda profesional, pero siempre se niega en rotundo. Lo peor de todo es, que nunca se preocupa por cualquier cosa que les pase a los dos hermanos.

No estuvo ahí cuando Alex se rompió la pierna hace tres meses, de hecho, aún no puede forzarla mucho. No estuvo ahí en los cumpleaños de ninguno de los dos, porque según él, tenía asuntos más importantes a los que asistir. Y por supuesto, tampoco estuvo ahí cuando Aidan cayó por primera vez en depresión.

Sí, habeis leido bien. Aidan. Depresión.

Él estaba muy ligado a su madre, siempre estaban juntos. Aidan quería ser policia, pero después de la muerte de su madre cambió de decisión, empezó a estudiar mucho, consiguiendo así, una beca para un curso de psicología, aunque tan solo tenga dieciséis años.

Y como chico de dieciséis años, le gusta salir de fiesta. Bueno... No lo gusta, pero según Alex, su terapeuta le dijo que debía abrir vínculos sociales más allá de su hermano. Y aunque Alex tan solo es un año mayor que el, le prohíbe salir de noche, o de fiesta, o con sus amigos. Así que claro, él se escapa para salir. Varias veces lo he encontrado por ahí, cerca de mi casa, él tan solo me mira con ojos suplicantes, y yo lo saludo y no digo nada. Otras veces lo he visto superado por la ansiedad y lo he tenido que llevar con Alex, casi siempre que puedo lo llevo con Grace, que es muchísimo más venecolente que Alex.

Vuelvo a la realidad. En la que Alex y Grace están abrazados y mirándose, Aidan pendiente de Emma - ¿es normal qué me enfade eso? -, y yo solo miro a Emma y aparto la vista cuando ella se da cuenta.

Aidan levanta la mirada y se encuentra con la mía, sonríe y casi que se ríe.

¿Qué es lo que le hace tanta gracia?

Tú y la manera en la que parece que te quieras abalanzar sobre Emma para...

¡Cállate ya,conciencia!

Perdón...

Uf...

Aidan me mira de manera cómplice - mirada que no entiendo -, carraspea y dice:

- ¿Nos vamos? Creo que ya es suficientemente tarde.

- Sí - dice Emma y acto seguido se gira hacia Aidan -. ¿Puedo ir contigo?

- Nop, conmigo va Chris.

- ¿Cómo que yo voy contigo?

- Claro - me mira de a misma manera cómplice que sigo sin entender y tira de mí -. Tengo que hablar contigo, en privado.

Un verano contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora