- Chris, cariño, ven aquí - dijo mi padre totalmente serio.
Mi padre acababa de llegar del trabajo. Yo estaba en la mesa, sentado y cenando. Me extrañaba que mamá no llegara para cenar con nosotros, pero según papá, tenía que ir a recoger algo.
- Dime - dije con la boca llena de comida.
- Chris, ya eres mayor, tienes 13 años... Y ya es la hora de que sepas... - hizo una pausa más larga de lo que me gustaría para luego seguir hablando -. Estos días, me he sentido... Mmm... He sentido unas molestias en el pecho, ya sabes... Y fui al hospital...
- ¿A la consulta del doctor Daniel? - pregunté a sabiendas de que él era uno de los mejores doctores que nos habían tratado.
- Emm... No. esto es un poco más importante que las consultas con el doctor Daniel... Tuve la necesidad de ir a urgencias, y...
- ¡¿A urgencias?! - interrumpí, no me creía la magnitud de la situación.
- Sí... Esto... Me atendieron y me hicieron unas pruebas y... No me queda mucho tiempo, Chris.
- ¿Q-qué?
Se me hizo un nudo en la garganta... ¿Cómo que no le quedaba mucho tiempo?
- Lo que oyes. Pero no nos precipitemos... Me ha dicho el doctor que lo mejor es ver como va el asunto, pero por ahora me quedan unos años... No es mucho tiempo, lo sé. Pero intentaré pasar el mayor tiempo posible a vuestro lado.
Sabía que se le hacía cuesta arriba tener que decirme esto, pero yo no pude más y me eche a llorar, sin contener ni una sola lágrima.
- ¡NO! ¡Debe de ser un error! ¡No ha podido pasarte eso! ¡No a ti!
- Lo siento mucho, esto no se elige...
- ¡No puedes dejarme! ¡NO PUEDES HACERLO!
Al cabo de unos segundos el tampoco pudo contener las lágrimas.
- Lo superaremos juntos, ¿vale?
Y estuvimos allí, abrazandonos, los dos juntos, por un escaso e interminable momento.
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Un verano contigo
Novela JuvenilDos vidas entrelazadas por un TODO y un NADA. Emma tenía una vida de en sueño, pero un percance hace que su madre y ella vayan a vivir con su mejor amigo. Chris, un chico que perdió a su padre y vive con la culpa de no poder superarlo. Pero los dos...