CHRIS - RECUERDOS

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Estaba en la cafetería del instituto, comiendo con Alex, Grace y Jess.

Sí, Jess era de nuestro grupo de amigos, por ese entonces era dulce y simpática o eso creía yo. Claro que a mí me gustaba Emma. Pero hacía unos meses que no la veía. Hablaba con ella por teléfono y esas cosas, pero nunca le había dicho nada de lo que sentía por ella.

Así que un mes antes de ese acontecimiento, Jess me pidió salir, al ser tan buena y dulce, y vuelvo a repetir, o eso creía yo, le dije que sí.

Así que estábamos los cuatro, y de repente me empezó a sonar el móvil. Número desconocido. Descolgué, ya que podía ser cualquier cosa. Aunque en el fondo, ya sabía lo que era esa llamada...

- ¿Sí?

- ¿Chris Trucker?

- El mismo, ¿Qué sucede?

- Le llamamos del centro hospitalario del sur de California, su padre James Trucker, ha sido ingresado por un problema cardiovascular.

No podía creermelo, me era totalmente imposible. Mi corazón se desbocó al tiempo en el que intentaba coger una bocanada de aire, bocanada que quedó atascada en mi garganta.

Y ese fue mi primer ataque de pánico.

- ¿Chris? - dijo Alex, al ver mi cara de espanto (que se dividía entre mi padre y la necesidad de repirar) - ¿Chris, tío? ¿Estás bien?

- No... no...

- ¡Vale! Chris, no pasa nada, respira, por dios...

Jess intentaba ayudarme, aunque en vano, ya que nunca ha sabido ayudar a las personas.

- No... No puedo... me... me asfixio...

- Chris, estás bien... Esto es algo normal, ¿me oyes? Estás bien... - Grace intenta que entre en razón - Ven conmigo, ¿quieres?

Me tendió la mano y yo la acepté, ya que necesitaba salir a respirar o lo que sea... Mis pulmones se iban quejando al no tener suficiente oxigeno en ellos.

Nos sentamos en un banco, mientras yo notaba como todas y cada una de las respiraciones profundas que intentaba dar se me atascaban en la garganta y no llegaban a los pulmones.

- Chris... ¿Por qué estás así? ¿Ha pasado algo?

- Yo... Sí... Él... está... ha...

- Vale, tranquilo... Mirame. Respira.

- Yo... no puedo...

- Sí que puedes, solo...

- ¡Chris! - las palabras de Grace fueron interrumpidas por un estrepitoso grito de Alex.

- ¡Alex! ¡Dios que susto! No ves que no puedes hacer eso cuando Chris está...

- ¡Me da igual! Chris... - dijo bajando el tono de voz a uno más calmado y sereno -. Jess ha... Ella... les ha empezado a contar a todos lo de tu padre y... Tío, te has hecho viral... Todos están subiendo un montón de disculpas hacia ti... Jess se está llevando toda la atención. A sabiendas de que tú no querías que nadie lo supiera lo ha dicho... No es... No es justo, tío.

- ¡¿Que Jess qué?!

- Grace, cariño, ahora eres tú la que tiene que calmarse, ¿vale? No pasa nada.

- ¡¿Qué no pasa nada?!

- ¡NO! Ahora mismo no, ¡porqué por si no te has dado cuenta, ha nuestro mejor amigo le acaba de dar un ataque de pánico!

- Cierto... Perdón, Chris.

- No... Yo...

- Tú tranquilo, ¿sí?

Un verano contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora