Perderme - Rivers GG

27. La Casa de Papel

Narrador Omnisciente

Día siguiente, día de Queens League y Rivers se preparó específicamente para que nada le saliera mal y pudiera prender directo a tiempo y apoyar a su equipo. Rentó una oficina no muy lejos del hotel en el que se quedaban, con internet y todo lo necesario. Incluso puso más de cinco alarmas para no quedarse dormida, cosa que de cualquier modo no iba a pasar tomando en cuenta quien es su novio.

Así es, Alex se levantó dos horas antes del partido, se dio un baño y empezó a preparar las cosas que necesitaban.

Alex: Samy —intentó despertar a la chica que aún dormía plácidamente envuelta en las cobijas, sin éxito— Amor, ya párate.

Rivers: mm

Alex: tenemos que salir de aquí en —miró su reloj— Media hora

Rivers: ya voy —respondió con la cara hundida en la almohada.

Alex: ¿donde pusiste el cable de la cámara?

No obtuvo ninguna respuesta y al mirar atrás Samy estaba en su quito sueño otra vez. Puso los ojos en blanco y se acercó a ella. Le quitó las sábanas de encima y se inclinó para darle repetidos y cortos besos por toda la cara.

Rivers: ya, ya voooy —no lo quedó más opción que levantarse.

Bassett se quedó sentado en la cama viendo como su prometida caminaba aún con los ojos cerrados hacia el baño y cerraba la puerta detrás de ella. Reprimió una sonrisa al verla salir tan solo 10 segundos después.

Rivers: mi ropa no está ahí

Alex: no, está en esa silla de allá, vístete que tenemos que salir —le dio un pequeño pico en los labios y siguió guardando cosas en su mochila.

Rivers: ¿llevas la máscara?

Alex: si señora

[...]

Salieron del hotel hacia la dirección que le dieron a Rivers para llegar a las oficinas. El partido de PIO empieza a las 12 y ellos llegaron a las 11, con tiempo de sobra para instalarse y configurar todo para el stream, o ese era el plan al menos. Al llegar al lugar se supone que habría alguien esperándolos, pero no. De hecho el lugar parecía estar cerrado, no había movimiento ni dentro ni fuera.

Alex: ¿segura que aquí es?

Rivers: aquí marca la ubicación —tomó su celular para llamar a la persona que le rentó la oficina, pero nadie respondió.

Alex: se ve medio rarito el edificio

Rivers: las imágenes por dentro se veían decentes —intentó nuevamente la llamada— No me contestan

Alex: a lo mejor se les hizo tarde

Esperaron sentados en la camioneta durante media hora, aumentando los nervios de Rivers porque su partido estaba cada vez más cerca. Alex decidió recorrer un poco los alrededores del edificio para ver si encontraba alguna otra entrada o alguien que pudiera ayudarlos.

Alex: oye amor —volvió corriendo a la camioneta— Hay una reja de ese lado

Rivers: ¿hay alguien? —preguntó esperanzada.

Alex: no

Rivers: puta madre

El mexicano lo pensó por un momento. Realmente lo estaba considerando, se veía como su mejor opción para el poco tiempo que les quedaba.

Alex: trae la mochila ven

Samantha se colgó la mochila en el hombro y siguió a su novio hasta la reja negra que mencionó antes. Para cuando se dio cuenta, Alex se estaba arremangando la camisa, preparándose para treparse a los barrotes.