37. Señal del universo

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Narra Alex

Mi enojo con Rivers duró hasta el día siguiente. No volvimos a discutir pero las cosas están un poco raras entre los dos. Nos fuimos a dormir y nos despertamos sin decir una sola palabra y ahora estamos sentados juntos desayunando, como si no estuviéramos en la misma mesa.

Iván: ¿tienes planes para hoy hijo? —preguntó mientras servía café en su taza.

Alex: no, sólo llevar a Samy y a Morgan al estudio de Chapa —respondí indiferente, llevándome una cucharada de cereal a la boca.

Iván: esperaba que estuvieras libre para que vayamos al campo de golf, oí que es el mejor de México

Sonreí. La última vez que jugué golf con papá fue antes justo antes de graduarme de la universidad. Es algo de los dos.

Rivers: puedo llevarme mi carro —dijo sin mirarme.

Alex: ¿segura?

Rivers: si, yo me llevo a Morgan, ustedes vayan y diviértanse —miró a mi papá y le sonrió, una sonrisa que estoy seguro que era para mi.

Iván: súper, espero que aún tengas puntería niño —me dio una palmada en el hombro y subió a su habitación con todo y su café.

Alex: gracias por eso

Rivers: te hace falta distracción —se levantó y dejó su plato en el fregadero— Voy a despertar a Maguna

Subió las escaleras dejándome solo en la mesa. No sé cuanto tiempo más vamos a estar así, pero cada hora que pasa me gusta menos no poder hablar con Samy como normalmente lo hacemos.

Un rato después Morgan y Samy bajaron ya listas para irse. Rivers como siempre con sus lentes oscuros. Toda una joya. Preciosa.

Morgan: adiós hermanito —me dio un beso en la mejilla y salió casi corriendo hacia el auto.

Alex: ¡hey cuidadito con lo que haces!  —le grité, pero no alcanzó a escucharme.

Rivers: yo la vigilo, no te preocupes

Alex: gracias —me levanté y me puse frente a ella. Estuve a punto de besarla. A PUNTO. Pero me detuve a unos milímetros de sus labios y me desvié hacia su mejilla y dejé un beso ahí— Con cuidado

Rivers: si... —se quedó mirándome unos segundos y luego se fue.

Mi papá bajó ya perfectamente cambiado con su playera polo y su gorra blanca que ya es más vieja que él mismo.

Iván: ¿no te has cambiado?

Alex: a eso iba —empecé a subir los escalones lentamente.

Iván: ¡muévete Bassett!

Alex: ¡ya voy! —subí corriendo antes de que siguiera gritando.

[...]

Llegamos al lugar y empezamos a jugar. Papá vs Hijo. Había olvidado lo competitivo que podía llegar a ser mi padre. Creo que hasta se olvida de que soy su hijo. El reto era el que hiciera menos tiros en los 8 hoyos gana.

Primer hoyo y no me tomó más de 3 tiros meter la pelota mientras a él le tomó 4. Segundo hoyo y acumulé otros 3 mientras mi papá solo 2. Tercero y para mi fueron 4 y para él 6. Cuarto y a mi lista se sumaron 2 más y en la suya 4. En el quinto logré hacer un hoyo en uno el cual le restregaré el resto de mi vida, él lo logró hasta el tercer tiro.

Iván: me estás acabando

Alex: no he practicado desde el juego contra mi tío Tony, deberías sentirte mal —me burlé.

Perderme - Rivers GGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora