Perderme - Rivers GG

42. Así es la vida

Día de la Final Four

Narrador Omnisciente

Un día importante no sólo para la presidenta de PIO, ni para los jugadores que hoy se visten de blanco, sino para toda una comunidad que ha esperado tres splits y dos competiciones para ver a su equipo pelear por un titulo.

El objetivo era claro y el primer rival no sería sencillo. El derbi de latam. Equipos que en el 95% de los partidos son equipos hermanos. Presidentes amigos. Hoy no, hoy los dos se disputarán en el campo la oportunidad de llegar a la final de la Kings League Infojobs.

PIO vs Aniquiladores

Mientras los jugadores ya estaban camino al estadio, Rivers como se costumbre, iba tarde. Se había quedado dormida más de lo necesario y ahora estaba corriendo para salir lo más pronto posible de su hotel.

Alex por supuesto la acompañaba solo que con un pequeño detalle. El cáncer empezó a pasarle factura mucho más rápido de lo que se imaginó. Intentaba disimular lo más posible, pero la realidad es que le pesaba hasta parpadear. La cabeza le daba vueltas y sentía que en cualquier momento vomitaría el desayuno que a duras penas se pudo terminar. Se encontraba realmente mal.

Rivers: listo, vámonos —guardó lo último que necesitaba llevar en su mochila y estaba lista para salir— Corre amor

Salió a toda velocidad de la habitación para bajar al lobby donde Morgan ya los esperaba impaciente. Los nervios estaban a flor de piel para cada uno de ellos y eso les terminó jugando sucio en el momento menos prudente.

Alex: espera dejé las llaves arriba —dijo buscándolas en sus bolsillos y no encontrando nada.

Rivers: no mames Alex

Alex: voy corriendo

Claro que lo que menos quería hacer era correr, sus piernas apenas le daban para caminar, pero tampoco quería que Rivers llegara más tarde de lo que ya iban así que, para mal suyo, hizo el esfuerzo y corrió hasta el elevador. En cuanto las puertas se cerraron dio un gran suspiro y recargó la frente en una de las paredes de metal, estaba exhausto.

Subió hasta el piso ocho y a su habitación. Las llaves en efecto estaban sobre la pequeña mesa cerca de la entrada, solo era cuestión de tomarlas, pero su cuerpo tenía otros planes. Su estómago no pudo seguir dando vueltas y lo obligó a correr al baño a vomitar. Todo lo que tenía y hasta lo que no salió de su estómago dejándolo con menos fuerzas que antes. Se limpió la boca con el dorso de su mano y llegó como pudo hasta su maleta a buscar la morfina. Tomó la pequeña jeringa de plástico y succionó lo que quedaba en la botella, menos de la mitad de la dosis.

Alex: no me jodas, ahora no por favor —intentó sacar un poco más, lo que fuera, pero no quedaba nada.

No quedaba otra opción, en realidad si, pero no eran aceptables para Alex. Se tomó hasta el último mililitro de la jeringa, volvió al baño a cepillarse los dientes y recomponerse un poco y salió corriendo con las llaves en mano.

Rivers: ¿por que tardaste tanto? —preguntó molesta.

Alex: no las encontraba, súbanse ya

Los tres se subieron al auto y Alex condujo hasta el estadio.

La primera en bajarse y correr al llegar fue Rivers que necesitaba dar instrucciones para el montaje del set up, monitores, micrófonos y todo lo que su directo requería. Alex y Morgan estacionaron el auto y bajaron con un poco más de tranquilidad.

Una de las reglas que Piqué y Oriol pusieron para esta final four es que los presidentes no pueden tener acompañantes en directo hasta que se juegue la final, por lo que los Bassett tendrán que entrar al partido de semifinales y verlo desde la grada. Primera fila obviamente.