EXTRA 1

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Narrador Omnisciente

Era un momento importante en la historia. Rivers había decidido traer a Monterrey a las jugadoras de PIO femenil, cómo se los tenía prometido por haber sido campeonas del primer split. Las chicas habían llegado desde España el día anterior, y hoy, con la energía y el entusiasmo propios de su juventud, que por alguna extraña razón Rivers no tenía, quisieron ir a jugar pádel con ella y con Alex.

La cancha de pádel estaba iluminada por el sol radiante de Monterrey. Rivers y las jugadoras se preparaban. O mejor dicho, ellas se preparaban y Rivers se quejaba.

Rivers: Podríamos estar en un bar, con aire acondicionado y una michelada en la mano

Nuria: Basta de quejarse, presi. A jugar.

Carlinha: Hay que ser más cómo Alex, eh presi —Lo señaló.

Bassett estaba practicando sus saques con la raqueta y la pequeña pelota. Con su gorra negra puesta y esperando a iniciar a jugar.

Rivers: Internamente se queja, te lo aseguro

El primer partido comenzó con Rivers y Mar enfrentándose a Nuria y Carlinha. Las jugadas rápidas y las risas llenaban el aire. Alex y Aitana se enfrentaron a Julia y Ona en el siguiente partido. Alex, con su determinación habitual, se complementaba perfectamente con Aitana, mientras Julia y Ona les daban una dura pelea. La cancha resonaba con el sonido de las pelotas golpeando las paredes y las risas de las jugadoras.

El tercer partido fue una combinación especial: Alex y Rivers contra Julia y Aitana. La sincronización entre Alex y Rivers era evidente. Julia y Aitana se defendieron con lo que pudieron, pero finalmente, Alex y Rivers se llevaron la victoria.

Alex: ¡Bien amor! —Levantó la mano para chocar los cinco.

Mar: Uno contra nosotras dos, presi —pidió Serracanta.

Rivers: ¿Apoco si? No me aguantan ni un round —las retó.

Nuria: Hombre si no. Te vamos a aplastar —dijo, uniéndose a Mar.

Para el último partido, Rivers se unió a Carlinha para enfrentarse a Mar y Nuria. El sol seguía brillando intensamente, y aunque las jugadoras españolas daban lo mejor de sí, la diferencia de altura entre España y México empezaba a pasarles factura. Al final del partido, Mar y Nuria se desplomaron en el suelo, extremadamente cansadas y mareadas. Ah, y Carlinha y Rivers ganaron.

Alex se apresuró a actuar, sacando botellas de agua y abanicándolas con unos folders que encontró en su auto. Mientras tanto, las demás jugadoras observaban la escena con sonrisas y risas, aunque también con un toque de preocupación.

Nuria: Joder, se me va a salir el maldito pulmón —Se quejaba desde el piso.

Mar: Me voy a morir —dijo, con los ojos cerrados. Alex rió.

Alex: No te vas a morir, se llama diferencia de altura —dijo, sin dejar de echarles aire.

Nuria: Veo la luz

Rivers: Ah, pero las niñas querían jugar a las 12 del día en lugar de ir por una michelada

Mar: Ahora mismo te la acepto

Rivers se acercó a su esposo, sonriendo.

Rivers: ¿No se van a morir, verdad? —le preguntó en un susurro, haciéndolo reír aún más.

Alex: No, amor. No se va a morir nadie

[...]

Narra Rivers

Perderme - Rivers GGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora