ʟᴏᴠᴇʟʏ ʟᴏᴠᴇ! [Quackity x Female!Oc]

91|La verdad

"¿Alguna vez pensaste que estamos juntos por costumbre?" La pregunta repentina de la castaña dejó al chico confundido.

"¿Perdón?" Murmuró él para mirarla desde su lado de la cama acostado.

Ambos se encontraban en la cama con las cobijas encima y sus cuerpos desnudos. Acababan de terminar otro de esos encuentros íntimos. No se hablaron hasta que ella soltó la pregunta que desconcertó a su esposo.

"Eso..Hay personas que llevan tanto tiempo juntos que no se aman, solo están juntos por costumbre." Explicó Mary sentada mirando la televisión encendida frente a ellos que llevaba encendido todo el rato. "¿Seremos uno de esos casos?" Su voz estaba apagada y sin ánimos, eso no pasó desapercibido por el pelinegro.

"¿Crees que nos divorciaremos en unos años y conseguiremos a los verdaderos amores de nuestras vidas? ¿Eso es lo que me estás diciendo?" Preguntó él.

"No." Negó la francesa desanimada. "No me veo casándome ni estando con otra persona si algún día decides pedir el divorcio."

Alexis la miró callado por unos momentos antes de responderle. "Entonces, la respuesta es no. Estás pensando mamadas porque tienes depresión posparto." Murmuró cansado para arroparse mejor y darle la espalda queriendo dormir. "No le des tantas vueltas."

Mary lo miró y suspiró un poco. Le hizo caso y no quiso darle más vueltas. Se acostó y se preparó para dormir. Mientras, Alexis se quedó pensando en ello. Miles de veces ella le dijo que nunca se imaginaría con otra persona y le recalcaba que si algo le pasaba a su matrimonio no volvería a estar con nadie. Esto lo dejó pensando el resto de la noche repasando sus propias acciones y sus palabras de los últimos dos meses.

[...]

Mary bajaba las escaleras en pijama, su cabello estaba algo despeinado y su pijama arrugada. Los niños estaban en la escuela y los únicos que estaban en la casa de los niños eran Alexa que estaba en la sala jugando con sus juguetes y Tiana. Eran muy pequeñas para ir a la escuela, evidentemente, Alexa podía ir a un cuido para niños pequeños pero era innecesario en esos momentos. Al ver a la pelinegra Mary sonrió y fue a darle los buenos días como siempre hacía.

"¡Ah!" Exclamó Alexa al ver a su mamá. Rápidamente dejó sus juguetes y gateó hasta ella con toda la rapidez que pudo poderle a sus piernitas y bracitos.

"Buenos días, mi amor." Le dijo con suavidad agachándose para ayudarla a ponerse de pie abrazándola. Al separarse la bebé comenzó a hacer ruidos como si hablara. "Oh, que interesante." Sonreía la castaña volviendo a dejarla sentada en la cobija del suelo. Tan pronto se sentó volvió a ir a sus juguetes ignorando a su mamá.

Marilyn rió suavemente por esto y se levantó para ir a la cocina, fue entonces que notó que su esposo estaba en la isla de la cocina sentado. Estaba tan callado que nunca lo notó, ni siquiera notó sus presencia. Al fijarse más vió que la pequeña Tiana estaba en sus brazos. La abrazaba con cuidado aferrándola contra su pecho agarrándole la cabecita con cuidado. Su rostro le decía que no estaba bien.

"¿Alex?" Llamó Mary acercándose a la mesa. "¿Qué sucede? ¿Está todo bien?" Le preguntó preocupada con un tono suave.

No recibió respuesta en seguida. La mirada del pelinegro seguía fijamente en la mesa mientras que con su pulgar acariciaba la cabecita de la bebé. No fue hasta casi un largo minuto después que le habló. "Perdóname." Le pidió con suavidad.

La mujer no entendía nada y se le notaba, su mirada reconoció un papel en la mesa. Con algo de duda lo tomó y le dió la vuelta para ver de que se trataba.

"Perdóname por dudar de ti." Volvió a decir Alexis. Marilyn miró el papel y lo leyó, al llegar hasta cierto punto lo volvió a mirar para prestarle atención. "Perdóname por tratarte tan mal. Perdóname por ser un hijo de puta." La castaña no lo interrumpió en ningún momento. "Lo lamento tanto.." murmuró una vez más.

"Le hiciste una prueba de ADN." Dijo ella con calma dejando el papel en la mesa.

"Tenías razón." En ningún momento la miraba. Se mantenía abrazando a la bebé con su mirada fija en un punto cualquiera en la nada. "Es mi bebé." Al decirlo se le rompió la voz.

"Sí.." susurró Mary con un asentimiento. "Es tu bebé."

"Es mi bebé y la negué todo este tiempo." La miró por primera vez en todo ese rato. "A mi propia hija." Sus ojos estaban cristalinos a nada de llorar. "Revisé todos mis papeles pensando que podía haber un error y encontré que...cuando quedaste embarazada yo no— yo aún no estaba operado." Cabía recalcar que ambos sabían que el último embarazo de Marilyn había sido un embarazo silencioso, justo como la vez que tuvieron a Amely. "Para cuando nos enteramos tenías cuatro meses de embarazo y ella nació a los seis meses." Murmuraba diciendo lo que ya sabían. "Por mi culpa la pasaste mal. Dude de ti en vez de confiar. Lo siento tanto, Mary." Su voz se quebró y no tardó en comenzar a sollozar con pequeñas lágrimas en sus mejillas.

"Está bien. Está en el pasado." Le dijo ella con dulzura acercándose para frotar su espalda con suavidad. "Te perdono."

"Soy un pésimo esposo y padre." Dijo quebrado.

"Alex, tenías todas las razones para enojarte. Pero eso no te hace mal esposo, menos un mal padre." Le dijo sonriéndole con cariño. "No llores, por favor. Me rompe el alma verte así." Pero él negó entre llantos. "Bien. Ven, dame a Tiana. La llevaré a que tome su siesta." Mary se acercó aún más con cuidado para cargar a la bebé, al agarrarla Alexis no quiso soltarla pero lo hizo para mirar como su esposa se la llevaba.

Marilyn se llevó a la pequeña a su cuna en la sala y la dejó allí para que durmiera. Al volver a su esposo le tomó de la mano. Le indicó para llevarlo a el sofá y que estuviera más cómodo. Le trataba con tanta suavidad que parecía que tratara a uno de sus hijos. Al estar en el sofá se sentó con las piernas arriba para atraer a Alexis a su pecho acostado. Él no dudó en abrazarla aferrándose a ella con los ojos cerrados. Mientras el sollozaba ella le acariciaba el cabello, no le dijo nada, lo dejó llorar todo lo que quisiera y que se desahogara.

"Lo lamento tanto, Mary." Susurraba el chico.

"No te preocupes, cielo." Le respondía ella con amor en su voz.

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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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