Alexis conoció a Marilyn en la escuela cuando eran niños. Ella y su familia viajaron a México hace muchos años por cosas de sus padres y el trabajo.
Ese fue el mejor año en la vida de ambos.
En el presente tienen una hermosa familia llena de amor...
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"Bebés, dejen de correr, van a tirar algo." Les decía Mary a sus niños, mismos que estaban corriendo alrededor de la casa de sus abuelos paternos.
Habían aprovechado que estaban en México para ir a la casa de los padres de Alexis para pasar el rato, su madre quería ver a sus nietos. El problema era que habían comido mucha azúcar, culpa de los dulces que les compró su abuelo.
Los niños no dejaban de correr y gritar mientras reían de cualquier estupidez. Era estresante, no le hacían caso a la francesa pues ella con su suave y dulce voz no imponía respeto así que seguían con su escándalo.
Alexis estaba en la cocina con su madre haciendo la cena mientras que su padre estaba en el comedor viendo a sus niños correr. Sabía que estaban haciendo ese escándalo pero confió en que su esposa lo tenía bajo control.
"Thiago, Amely, Alexa, Tiana, por favor..." Sus suplicas no funcionaban.
En un rápido segundo la mayor de los cuatro se golpeó con una mesita rompiendo un jarrón y como la seguían sus hermanos ellos también se tropezaron con ella y la mesa que ya estaba en el suelo.
Mary iba a levantarse preocupada pero Alexis salió de la cocina molesto para ir a ellos.
"¡Se les dijo, hijos de la chingada!" Les gritó agarrándolos por turnos para levantarlos, cada uno se llevó un golpe, claro que no todos fueron con la misma fuerza, con Tiana ni usó fuerza.
"¡Apá!" Lloraba Thiago sobándose el golpe, sus hermanas estaban igual.
"¿¡Quieren llorar con ganas!?" Le regañaba nada más terminar de levantar la mesita. "¡Me avisas para ponerte otro putazo!"
"Jorge Alexis, no les hables así." Le regañó su padre desde donde estaba.
"Con todo respeto, jefe, yo crío a mis hijos a mi forma." respondió molesto pero tratando de moderar su tono. "Su mamá les advirtió que tumbarían algo y no le hicieron caso, ahora deben ver que sus acciones tienen consecuencias."
Su padre miró a su madre y esta asintió, se lo dieron por válido y continuó comiendo su pan con café viendo la televisión mientras que la mujer mayor cocinaba.
Mary se levantó para limpiar los pedazos de vidrio en el suelo mientras que Alex continuaba regañando a sus niños ahora sentados en el sofá en fila. Así era la relación de el matrimonio, uno era el policía bueno y el otro era el policía malo, era obvio que se sabía quien era quien.
"Y no se levanten de ahí, chamacos pendejos que creen que pueden hacer lo que les de la gana cuando les de la gana." Decía molesto advirtiéndoles.
Alexa respondió sacándole la lengua, al instante recibió un golpe no tan fuerte de parte de su padre con la palma abierta. No era fuerte pero a ella le dolió y lloró como si no hubiera un mañana.
"Ahora por culpa de Alexa no se levantaran hasta que nos vayamos." Advirtió antes de ir con Mary para ayudarle dejando a los niños chillando molestos.
"¡Tu culpa!" Decía Amely a su hermanita molesta. La pequeña le tiró del cabello haciendo que gritara. "¡Papá! ¡Mira a Alexa!"
"¡No cierto!" Se defendía Alexa.
Alexis estuvo a nada de arrancarse el cabello del estrés pero su madre intervino con su chancla a amenazarlos resolviendo todo. No se necesitó más, fue bastante efectivo.
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