ʟᴏᴠᴇʟʏ ʟᴏᴠᴇ! [Quackity x Female!Oc]

38|El primer mes

Mary quiso descansar en la cama cuando salió del hospital. No quería volver al trabajo y eso se debía a la depresión post-parto que estaba teniendo. Mantenía a su bebé a su lado acostada y la miraba con una sonrisa suave mirando lo chiquita y linda que era. Esa fue la primera semana.

Alexa era literalmente la imagen de su padre. Ya parecía broma pero todos sus hijos tenían los lunares de su papá, también Adam, él tenía esos lunares. Alexa tenía el cabello negro y sus ojos rasgados como los de su papá. Sus labios eran iguales a los de él y cuando sonreía parecía que fue Alexis quien la cargó por nueve meses. Parecía que los genes del mexicano eran más fuertes que los de la francesa, porque Alexa no tenía ni un solo detalle que pareciera perteneciente a su madre.

Para la segunda semana comenzó a preparar el desayuno para su familia mientras mantenía un ojo en su bebé. Les hacía el lonche y meriendas para cuando llegaran de la escuela y le hacía su té a su esposo y una merienda ligera para cuando hacía sus directos. Y hablando de directos, la estaban extrañando demasiado. Alexis les dijo que estaba bien, solo que estaba agotada luego de tantas horas y demás cosas, no quiso ponerse tan profundo pues era un tema más personal pero lo entendieron.

En la tercera semana ya estaba mucho mejor. Ya era la Mary de siempre pero habían cosas que todavía estaba algo sensible por la perdida pero iba mejor. Había una nueva norma en la casa puesta por el mexicano y esta era que cuando la mujer se sentaba a amamantar a Alexa debían no hacer ruido y sí ella pedía algo debían obedecerle. Alexis había notado lo mucho que Mary se estresaba cuando escuchaba a los niños correr y gritar jugando, la ponían tan nerviosa que se ponía a sollozar así que tuvo que poner nuevas normas y medidas extremas.

Ya para la cuarta semana y casi el mes la mujer francesa estaba más tranquila que antes. Había puesto a Oliver como dueño temporal en lo que ella volvía. Se tardaría un poco pero era por su bien, por su salud mental y física. Alexis se esforzaba en cuidar de todo de la casa para que ella no lo tuviera que hacer. Se dió cuenta a la mala que tener tres hijos era la cosa más difícil del mundo porque Alexa lloraba por hambre, calor y por cosas de bebé. Thiago peleaba por todo y por nada. Hacerlo callar era con mano dura porque ese niño no entendía con palabras dulces. Daba gracias a todos los santos que Amely era muy tranquila, aveces pecaba de berrinchuda pero eran pocas las veces. Se encargó de aprender a cocinar más cosas y le estaba yendo bien, sus niños le dijeron que estaba buena la comida y eso lo tenía orgulloso.

Era alrededor de las doce de la tarde. Alexis estaba sentado en la mesa anotando en su libreta una nueva receta para cocinar. Era su nuevo pasatiempo buscar recetas en internet para apuntarlas en su libreta con miles de recetas más. Así hacía que sus comidas no se repitieran todo el tiempo. Lo que más le gustaba era jugar con los diseños de sus comidas, más de una vez vió a su esposa hacerlo con los lonches de sus niños y quiso intentarlo. A sus hijos les daba mucha risa ver como los pulpos de salchichas que hacía su padre eran deformes y tristes a comparación a los que hacía su mamá. Alexis los regañaba jugando cuando los veía partirse de risa pero no le importaba, los estaba alimentando y haciéndoles reír al mismo tiempo, era un logro.

La receta de hoy era algo simple como fideos junto a algo no tan simple que no lograba hacer bien. Quería hacer las mismas albóndigas que hacía su esposa y no era la primera vez que lo intentaba. Nunca lograba hacer que tuvieran el mismo sabor que las de Mary sin importar qué hiciera. Se llevaba las manos a la cabeza frustrado. No lograba conseguirlo.

Decidió colgar la receta en la nevera y ponerse manos a la obra. Era la primera vez que hacía fideos, no se veía difícil. Se lavó las manos y comenzó a hacer todo.

...

Alexis salió al jardín casi corriendo con un platito pequeño de fideos con albóndigas. Buscó a su esposa y la encontró en la pequeña glorieta de jardín leyendo. "Mary, Mary, Mary." La llamó con rapidez pero con suavidad haciendo que alzara su cabeza del libro a él.

"Hola." Le sonrió para colocar su libro en su regazo y su mano sobre la espalda de su bebé. La pequeña estaba acostada en una manta amarrada que tenía la castaña sobre de sus hombros para cargarla. Si había algo que Alexa amaba era estar cobijada allí por horas.

"Prueba esto." Le pidió dándole de probar con el cubierto que trajo. Mary abrió la boca y comió de lo que le dió su esposo, ella ya sabía lo decidido que estaba en ser un mejor cocinero. "Saboréalo y dime que piensas." Se veía muy tenso en saber lo que ella le diría.

"Mm.." asintió para tragar. "Está...¿calentaste lo del topper que había en la nevera?" Preguntó curiosa. "Sabe a las que yo hago."

"¡A huevo!" Exclamó Alex emocionado, luego lo probó para relamerse y brincar emocionado. Había acertado a la perfección.

Mary rió al verlo tan emocionado. Alexis volvió corriendo a la cocina para apagar la estufa y luego volvió para darle un beso a su esposa y luego a su bebé haciendo que riera. La chica le aplaudió celebrándole suavemente riendo al verlo tan feliz, momentos después se volvió a ir a la cocina. Pronto debería salir a buscar a sus hijos a la escuela así que dejó todo listo para ir a ponerse sus zapatos y salir luego de avisarle a la señora de la casa que saldría a buscar a los niños.

"Tu papá es un niño en el cuerpo de un hombre,¿lo sabías?" Le dijo la mujer a su bebé bajando la mirada a ella con una sonrisa feliz.

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