ʟᴏᴠᴇʟʏ ʟᴏᴠᴇ! [Quackity x Female!Oc]

124|Mesada

Los chiquillos estaban brincando, la razón era por que era el día en el que su papá les daba su mesada. Era gracioso para este el cómo se comportaban como gallinas cuando les tiraban maíz, en este caso, dinero. Se comportaban como si no vivieran bajo un techo con todas las comodidades.

"¡Papá llegó!" Chilló Thiago alertando a sus hermanas.

Parecían estampida, casi le pasaban por encima a Tiger, el pobre gato solo iba de camino a su tazón de agua.

"¡Niños, se van a caer!" El regaño de su madre no sirvió de mucho.

Alexis cerró la puerta tras él y todavía no se quitaba los zapatos cuando ya tenía a cuatro patitos alrededor de él brincando de un lado a otro mientras decían cosas que no entendía. Era normal para él, siempre que salía para sacar dinero del banco volvía a esta misma escena que le daba ternura y risa.

"¡Apláquense!" Dijo entre risas tratando de pasar.

"¡Moni, moni, moni, moni!" Era lo único que decían.

Alexis fue a la sala contando el dinero como si no tuviera a sus cuatro hijos agarrados de sus piernas, hasta trataban de escalarlas.

"Bájense o no les doy nada." Esas palabras mágicas hicieron que se bajaran y le miraran con sonrisas chuecas debido a que a alguno le faltaban dientes, estaban en esa etapa.

Mary les miraba con una sonrisa desde la isla de la cocina con su rompecabezas a mitad, era muy cómico verlos actuar así, pero esto sucedía una vez al mes y en el mismo número, era como un día festivo para ellos.

"Veinte dólares para la mandarina." Dijo el de greñas dándole un billete a la mayor.

"¡Gracias, papito!" Exclamó ella para darle un beso en la mejilla antes de irse corriendo a su habitación para guardar el dinero.

"De nada, princesa." Rió al verla irse. "Diez dólares para el dinosaurio." Le dió un billete de diez a Thiago y este le miró feo. "¿Qué?"

"¿Por qué siempre me das menos?" Preguntó haciendo un puchero. "Siempre le das más a Amely."

"Por que tu hermana tiene catorce y tú tienes diez, cuando tengas catorce te daré más dinero, ¿va?" A pesar de su explicación Thiago aún le miraba feo. "Me avisas y te doy menos."

"¡No! ¡Ya!" Se resignó y tomó sus diez dólares para irse pisoteando. "Gracias." Dijo entre dientes antes de encerrarse en su habitación.

Con un suspiro Alexis negó para volver a lo suyo. "Dos dólares para la calabacita y un dólar para Tintina." Finalizó dándole el dinero a sus pequeñas de cuatro y tres añitos.

"¡Gracias!" Chilló Alexa sonriendo feliz antes de irse a donde su mamá para que le guardara su dinero.

Alex la vió correr con una sonrisa. Al bajar su mirada una vez más notó que Tiana lo miraba con su manita extendida y una sonrisa.

"Ya te di tu mesada." Le dijo con una sonrisa, pero ella seguía con su manita extendida. "Te di tu mesada, no necesitas más."

Pequeño detalle que había olvidado era que Tiana era su hija, es decir, era terca y nada cambiaba su pequeño cerebro cuando se decidía en algo.

"Bien..." con un suspiro Alexis sacó otro dólar y se lo dió. "¿Contenta?"

Tiana sonrió más y asintió para ir a donde su mamá para que, al igual que su hermana, le guardara su dinero. Alexis rió mirándolas irse juntas a seguir jugando en la sala con sus muñecas, fue entonces que se acercó a su esposa.

"¿Y yo no tengo mesada?" Preguntó Mary con un tono divertido mientras guardaba el dinero de sus niñas en su cartera.

"La tuya te la doy en la noche, chiquita, solo deja que los niños se duerman." Le dijo con una sonrisa coqueta antes de darle una suave nalgada que la sorprendió.

"Cerdo." Respondió ella con una risa pegándole suave en el pecho.

"Me conoces." Asintió para darle todo el resto del fajo de dinero que trajo y así darle un beso en la mejilla. "Cómprate algo bonito." Dijo con un tono ya más suave enterneciendo el corazón de Mary.

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