93|Dulce pero caliente venganza (+18)

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Mary se miraba en el espejo de su baño mientras se hacía dos trenzas con algo de pereza

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Mary se miraba en el espejo de su baño mientras se hacía dos trenzas con algo de pereza. Era de noche y la chica se preparaba para acostarse a dormir. Vió como se acercaba se esposo tras suya para rodearla con sus brazos. Momentos después recostó su cabeza de su hombro para cerrar sus ojos.

"Mm, ¿sucede algo?" Murmuró la castaña con suavidad sin detener sus manos.

"No." Susurró él sin soltarla. "Estaba...pensaba en lo mucho que te extrañaba." Confesó con suavidad, la misma que usaba su mujer.

"Yo también te extrañé, querido." Sonrió Mary terminando de hacer sus trenzas.

"Mary." Alex alzó su cabeza para mirarla con sus mejillas algo rojizas. "¿Volverías a ser mi esposa?" Le preguntó con timidez mirándola con amor y miedo de que lo rechazara.

Marilyn rió bajo para asentir sin problema alguno. "Sólo si aprendiste de tus errores." Le dijo. "¿Aprendiste de tus errores?"

"Sí." contestó con rapidez para volver a aferrase a ella. "Lo hice."

La francesa nunca fue de odiar a nadie. No le gustaba discutir ni alzar la voz, por esto mismo lo había perdonado tan fácilmente luego de todo lo sucedido en dos meses. Lo amaba y sabía que le perdonaba cualquier cosa con rapidez pero, era mejor así que odiarlo y vivir con el rencor por días, semanas o incluso meses.

"Te amo, tostadita. Lo sabes, ¿no?" Murmuraba el chico mientras comenzaba a darle suaves besos en su hombro y luego su cuello.

La sonrisa de la castaña fue algo que se podía ver a kilómetros de distancia. Estaba feliz de volver a tener a su esposo de regreso a ella. Le había extrañado demasiado. "Yo más." Con su mano agarró gentilmente el cabello oscuro de su amado disfrutando los besos en su piel.

Daría lo que fuera por que estos tratos duraran por siempre.

"Oh, Alex." Exclamó Mary en un susurro al sentir como le agarraba las caderas con un poco de fuerza. "¿Qué haces?"

"Mary, llevo varios días sin nada de tu atención." Le dijo con una voz que daba lástima mientras le alzaba la camisa que llevaba puesta.

Ella rió suavemente por su actuación. Alexis le subió esa larga camisa revelando su ropa interior, esa de encaje que, por alguna razón, Mary estaba utilizando justo antes de dormir. Con lentitud frotó la erección bajo sus pantalones de pijama contra los glúteos de su esposa. Un suspiro salió de sus labios y continuó cerrando los ojos en el proceso. Ella le miraba a través del espejo con una sonrisa divertida antes de recostarse del lavabo sin mucha dificultad.

Las frotaciones pasaron de ser contra sus glúteos a ser directamente contra la intimidad de la chica sobre la tela de su ropa interior. No era suficiente, así que Alexis se bajó los pantalones y luego sus bóxers para sentir su piel rozar con más tacto.

"Mary.." gimió él mordiéndose el interior de su mejilla con un poco de fuerza.

"Lo estás disfrutando demasiado." Susurró ella con un tono juguetón.

Mary no hizo nada. Ella se dejó hacer o tocar tanto como ella misma permitiera. Sabía que el simple hecho de que la tocara era maravilloso para él, la castaña solo debía permitirle el tacto y el mexicano felizmente haría todo.

"No, no." Dijo dulcemente la chica al sentir que le tomó la ropa interior con toda la intención de bajarla. Ante esto Alexis la miró deteniéndose. "La ropa interior se queda." Le ordenó.

"¿Por?" La voz del pelinegro salió como si estuviera triste por ser regañado.

"No te lo has ganado." Sonreía con diversión en todo momento recostada del lavabo.

"Pero, mami, no me hagas esto.." se quejó con una mueca que parecía ser de niño berrinchudo. "No ahora, por favor."

"Dije que no. Hazle con lo que tienes y no agarres más de lo que puedas morder."

Lo que decía su esposa era palabra. Alexis dejó la ropa interior y continuó con lo que hacía. Él dió todo de si. Agarraba con fuerza las caderas de su mujer mientras movía sus propias caderas contra la feminidad de la contraría. El simple hecho de sentir la humedad lo iba prendiendo más y más. Mientras se movía besaba el hombro de Mary y continuaba con sus calientes movimientos que iban subiendo de rapidez.

Mary no perdió la cordura en todo ese rato. Lo miraba con diversión, como si fuera un juego y la verdad era que es así para ella. Cuando sintió el agarre en sus caderas afirmarse más supo que no faltaba tanto. Unos pocos minutos después sintió toda su ropa interior húmeda y cálida. Se encontró teniéndole lástima pues llevaban varios días sin ninguna actividad sexual y por eso había terminado tan rápido.

Ante los jadeos cansados de su esposo ella rió suavemente llamando su atención. Al notar que lo estuvo viendo todo el rato se colocó rojo y se ocultó en su nuca abrazándose a ella como si no hubieran hecho lo mismo miles de veces.

"No me mires." Susurró él con vergüenza.

"Lo siento. Es que te mirabas muy lindo." Le susurró de regreso con una sonrisa para acariciarle el cabello con una de sus manos.

Por lo menos ya era oficial. El mexicano y la francesa estaban en una relación oficial nuevamente.

 El mexicano y la francesa estaban en una relación oficial nuevamente

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ʟᴏᴠᴇʟʏ ʟᴏᴠᴇ! [Quackity x Female!Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora