19. Acorralada.

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Explicarle a Renzo lo que hizo con Malik fue divertido. Despiadado, sí... pero también jodidamente divertido. En cambio ahora tiene miedo de que la relación con su novio llegue a su fin. Aún no entiende muy bien por qué esto le preocupa tanto. Quizás sea por saber que es su culpa. Renzo hace muchas estupideces; pero ninguna de ellas llega a justificar lo inapropiado de su comportamiento. Además ahora lo tiene que mirar a la cara sabiendo que en los últimos tres días, dos hombres se la metieron por el culo... y bien metida.

Estaban en living, sentados frente a la compu. Renzo abrió su casilla de correos sin molestarse en esconder su contraseña, cosa que hizo sentir aún peor a Silvana. Era su forma de decirle "No tengo nada que ocultar". Abrió el e-mail que le envió Rogelio, de contabilidad. El tipo había tomado precauciones, usó una dirección falsa.

—No entiendo de dónde salieron todas estas fotos —comentó Renzo—. En tu computadora no están.

—No, y nunca estuvieron. Las tenía guardadas en el celular que perdí el año pasado. ¿Te acordás de eso?

—Sí, yo mismo te acompañé a comprar uno nuevo.

—Bueno, resulta que no lo perdí. Alguien me lo robó —Renzo la miró en silencio, sin ninguna expresión. Silvana entendió que la estaba estudiando, para saber si mentía. Supo que lo mejor era ser lo más sincera posible. No completamente sincera... pero sí en parte—. Fue un compañero de mi trabajo. Él te mandó el e-mail.

—¿Y por qué haría eso?

—Porque me odia —Silvana se encogió de hombros, como restándole importancia al asunto—. Simplemente me quiere joder, y sabe que la mejor forma de hacerlo es molestándote a vos.

—Pero... ¿por qué no lo denunciás?

—No puedo. Si lo hago va a publicar todo esto en internet.

Renzo se puso pálido. Por nada del mundo quería a su novia expuesta en internet... y Silvana lo sabe muy bien. Sabe que Renzo ni siquiera tolera que ella suba una foto a Instagram mostrando el culo en calza, por eso dejó de hacerlo. Prefiere evitar conflictos innecesarios. Si este material pornográfico llegara a internet, Renzo sabe que Silvana se volvería furor. Tendría a todos sus amigos y conocidos haciéndole comentarios de mal gusto. No puede vivir con eso. Ya es suficiente con las cosas que le dicen solo por tener una novia tan linda... e incluso hasta se meten con Yamila, su hermana. Por suerte Yamila nunca sube nada inapropiado a internet, eso es un gran alivio para él.

—¿Sabés quién es el tipo que mandó esto?

—Sí, pero por ahora no te lo voy a decir. No quiero que vayas a hacer quilombo en mi oficina. Ese trabajo es muy importante para mí y necesito cuidarlo.

—Pero... algo tenés que hacer.

—Sí, claro. Esto no se va a quedar así. Solo necesito tiempo para pensar.

La siguiente pregunta tomó a Silvana por sorpresa. Fue como recibir un mazazo en el pecho.

—¿Por qué no me dijiste nada? Me duele mucho enterarme así de que me fuiste infiel.

—No, no... esperá Renzo. Te juro que puedo explicar todo esto. Estas fotos las saqué antes de que fueras mi novio. Es más, ni siquiera te conocía. ¿Cómo va a ser infidelidad, si ni siquiera nos conocíamos?

—Ah... emm... no había pensado eso. Aún así... me duele mucho.

—¿Por qué?

—Porque... creí que eras otra clase de mujer. Me sorprendió mucho verte... en esta actitud, con tantos hombres. Y haciendo esas cosas...

Mi Vecino SuperdotadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora