No tenía ganas de autoflagelarse por su comportamiento. Sí, estuvo mal permitir que Osvaldo le diera por el culo mientras charlaba con Renzo. No hay excusas. Pero ya no aguanta más el castigo emocional.
Se propuso ir al supermercado y comprar algo rico para la cena. Seguramente Karina comería con ella, no creía que sus problemas con Rocío fueran a solucionarse pronto. Avanzó por el pasillo intentando pensar en otra cosa y cuando iba a presionar el botón del ascensor, este se abrió. Se encontró con una escena que la sobresaltó. Una mujer de cabello negro, de más de cuarenta y cinco años, la miraba desde adentro con los ojos desencajados. Tenía la blusa negra levantada y podían verse sus grandes tetas, ya algo caídas por el paso del tiempo. Tenía la pollera completamente levantada y justo debajo de su concha peluda había una bonita joven practicándole sexo oral.
—Ay, por dios —dijo la mujer, como si hubiera visto un fantasma—. Esto... no es lo que parece. Em... dios... podemos explicarlo... ay... ay...
Intentó alcanzar el botón del ascensor, pero desde el fondo del mismo le resultó imposible. La chica que estaba arrodillada giró la cabeza, miró a Silvana y luego siguió con lo que estaba haciendo. Su lengua se deslizó entre esos carnosos labios vaginales.
—Pará, Paulina, pará... —dijo la mujer.
Se sostenía de los laterales del ascensor con ambas manos, como si estuviera a punto de caerse.
—Tranquila, mamá. No pasa nada. Es Silvana.
Y siguió chupando concha.
—Hola Norma. Mucho gusto. ¿Te acordás de mí? —La mujer ni siquiera respondió.
Silvana supo que debía hacer algo más, para que la mujer no se muriera de un infarto. También llegó a la conclusión de que ser un poquito pícara la ayudaría a superar la depresión que la está atormentando desde hace varios días. Entró al ascensor con paso seguro y lo paró, para que no subiera ni bajara. Las puertas quedaron abiertas, pero no le importó. Se arrodilló junto a su amiga Paulina y ante la mirada estupefacta de Norma, comenzó a lamerle la concha. No estaba nada mal, si bien considera que Norma es una mujer normal, no es una belleza como su hija, puede disfrutarlo mucho. Además cada vez encuentra más placer en lamer vaginas y ahora tenía el añadido de estar haciéndolo junto a Paulina... y con la puerta del ascensor abierta. Si Sonia llegaba a aparecer, tendrían que dar muchas explicaciones, en especial por el sexo incestuoso. Pero si el que aparecía en el pasillo era Silvio... uf, eso sí que se pondría interesante. Ese tipo reaccionaría muy mal ante semejante situación. Seguramente pondría una queja en la administración del edificio y estarían en serios problemas. Hasta podría ser tan hijo de puta de llamar a la policía y denunciar incesto o algo así. Saber esto elevó la calentura de Silvana. El riesgo era una droga para ella. Se prendió al clítoris de Norma y lo chupó con fuerza. La mujer suspiró, aunque aún no entendía qué carajo estaba pasando.
—Silvana lo sabe todo, mamá —explicó Paulina—. Es mi mejor amiga. Le conté todo. Absolutamente todo. Sabe que cogiste con Malik, sabe que cogemos entre nosotras... y lo aprueba. Así que no te preocupes.
Silvana se puso de pie, le dio un apasionado beso en la boca a Norma. La mujer no daba crédito a lo que estaba pasando.
—Si vienen a coger con Malik, están de suerte. Anda un poco bajoneado y le va a venir bien divertirse con un par de putitas bien dispuestas. Pasenla lindo. No se preocupen por los ruidos, no me voy a quejar. Ah... y si les da por el culo, quiero ver videos —esto último lo dijo mirando a Paulina.
—¡Por supuesto! —Respondió su amiga—. Lo vamos a grabar todo. ¿Y vos? ¿No querés sumarte?
—Te lo agradezco, pero no. Tengo visitas en casa. Karina, de la repostería, se peleó con su esposa. Se está quedando a dormir conmigo. No te preocupes, ella tampoco se va a quejar por los ruidos. Además... em... tendría que hacer buena letra. Estoy intentando arreglar mi relación con Renzo.
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Mi Vecino Superdotado
Fiksi UmumSilvana vive sola, tiene novio y ama la rutina. Tiene control sobre su vida hasta que el senegalés Malik se muda al depto contiguo. Ella descubrirá que la vida sexual de Malik es muy activa y los ruidos no la dejarán en paz.