PELIGROSA ADICCIÓN | Jeon Jungkook +21

Capítulo 5.

Jungkook

«Hematomas, lesión en la nariz, labio roto, un ojo hinchado e intentó ahorcarla» siento como me aruñan el pecho al punto que tuve que tomar ansiolíticos para la ansiedad que tengo desde hace tres días.

Las palabras del médico sólo hicieron que mi ira creciera más y es que nadie sabe que es la Bratva hasta qué cae en manos de ella.

No me he separado de Rose en tres días, Taehyung vino a verla y me trajo ropa porque no había querido ni ir a ducharme para no dejarla sola.

Ha estado triste y con la mirada perdida y vacía, el ver a Taehyung la alegró un poco, no sabía que todo había sido por los mensajes que se envían y el que Taehyung le haya dicho su nombre complica todo, no debió, sabe quiénes somos y aunque nos veamos como personas normales por encima, no lo somos, detrás de todo hay secretos, torturas y sangre.

Su padre sabe quiénes somos y supongo que ella también porque han estado detrás de nosotros por años, jamás puede saber mi nombre ni el de Jin, ya que nos vea como tres hermanos con nacionalidad coreana y en Rusia es suficiente prueba para que comience a dudar.

Le compré un teléfono nuevo y adapté el número telefónico que tenía para que se pudiese comunicar con sus padres, no les ha dicho todo lo que sucedió y es mejor que no lo haga porque la tendría que dejar sola.

Ordené que le cocinaran algo sano desde casa y ahora mismo la ayudo a comer mientras revisa su teléfono.

—Te darán de alta en dos días —le digo— te vas a ir a casa conmigo.

Sube el rostro.

—Puedo decirle a mi amiga que me cuide —juega con sus dedos— ya hiciste demasiado por mí.

—No está en discusión —le limpio la boca con la servilleta— estarás en mi casa hasta que estés recuperada, ya avisé al conservatorio que no vas a ir por unas semanas.

Se le encharcan los ojos.

—No tengo como pagarte todo esto.. —le tiembla el labio— si no hubieses llegado yo...

—Tu estarías bien igual —la tranquilizo— no iba a permitir que nada malo te pasara.

—Perdón por no haber podido ir a cenar contigo —dice viéndome— ¿Qué querías hablar de Taehyung?

«Nada, solo era una excusa para verte»

—Eso podemos hablarlo luego —le cambio el tema— ahora descansa.

—¿Te vas a ir? —pregunta en un tono que me dice que quiere que haga todo lo contrario.

Entra la enfermera a la habitación.

—¿Usted es el esposo? —pregunta y Rose me mira.

—¿Qué pasa?

—Hay que bañar a la paciente —avisa— tenemos ya el baño listo, cuando guste puede llevarla.

Sale de la habitación y miro a Rose.

—Puedo hacerlo sola —sonríe— solo debes ayudarme con la bata.

Asiento ayudándola a levantarse y llevándola hasta el baño, me poso detrás de ella mientras se detalla con tristeza el rostro en el espejo.

La miro, es hermosa, es creada para enamorar a quien la ve pero tengo claro cuáles son mis intenciones con ella, aunque mis acciones me demuestren lo contrario.

Desamarro los nudos de la bata clínica detallando las pecas que tiene en la espalda, «Quiero pasar mi lengua por ahí» deslizo la bata mientras ella la sujeta adelante tapándose los pechos.