|Peligrosa Tentación| Capítulo 20.

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Rose

—¡Levántate! —es lo primero que mis oídos escuchan en la mañana y quiero desaparecer— ¡Ya!

—Pensé que ya había pagado mi karma —me levanto malhumorada.

—Muévete que no tengo todo el día.

Sunah, un dolor de cabeza más en mi vida, lleva cuatro días entrenándome a las malas, sin sutilezas y recordándome todo lo que viví semanas atrás.

—Eres un dolor de ovarios —le digo mientras me cepillo los dientes— ¿En que pensaron tus padres cuando te trajeron al mundo?

—Déjame preguntárselo a tu madre —espeta con sarcasmo— ah, cierto que no tienes.

Escupo en el lavabo mirándolo con odio desde el espejo. No sé qué maneras de entrenar son estas.

Me coloco ropa deportiva y bajo en busca del gimnasio de la mansión.

Dejo un beso en la frente de mi hija quien desayuna con sus abuelos y no sé en qué momento bajó, he estado tan agotada con el entrenamiento de Sunah que me cuesta levantarme por las mañanas.

—Buenos días —los saludo y ambos asienten, siguen siendo insípidos aunque ya no les temo, al contrario, les he tomado cariño por cómo se portan con Maddy, es la niña de sus ojos y es entendible, es la heredera de un imperio y la primera mujer Jeon.

Salgo y de lejos detallo a Jungkook bajándose de la camioneta y entrando al otra ala de la mansión. Me quedo de pie cuando noto a la mujer que baja junto a él, es castaña con el cabello hasta la cintura y lleva un gabán negro elegante que le llega a las rodillas.

—Muévete —me reprende Sunah y sigo viéndolos hasta que se pierden.

No sé qué celos son estos, en toda mi vida son contadas las veces que tuve celos y todas fueron con Aleska.

Entro al gimnasio colocándome las vendas en las manos y siento las manos de Sunah encuellandome y llevándome al saco al que me pone a golpear por una hora sin detenerme.

—Deja de chillar —me toma lanzándome al piso sin darme chance de tomar aire— que esto no es comparado con las cadenas que te estrellaban en la espalda cuando Nika te tenía.

Su método psicológico es extraño pero me gusta que me haga sentir odio porque si.. debo instruirme para futuros encuentros porque esto es la Bratva y aquí no se descansa nunca, pese a que es lo que elegí.

Me sigue atacando con mis recuerdos y envenenándome la mente con Brad Williams.

—Así es como lo vas a matar —me gira quedando debajo de él mientras me ahorca— muéstrame cómo te vas a zafar, quiero ver.

Mantiene las manos en mi cuello, me cuesta respirar pero los recuerdos me ayudan sacando fuerzas y girándolo, esta vez quedando él abajo y yo arriba con mis manos en su cuello.

—Bien, reinita —se burla— prepárate para mañana que te enseñaré a apuñalar mientras hablamos de la zorra de tu hermana y de tu ex.

Se levanta y lo detallo, es un Lev de cuarenta años con un humor por la mierda.

Camino a la mansión nuevamente, Maddy está en sus clases de idioma y Taehyung junto a Alina viendo algo en la tablet. Se me escapa una sonrisa porque después de mucho está sonriendo de nuevo.

—¿Sabes dónde está Jungkook? —pregunto sentándome junto a Maddy.

—En el rascacielos de la familia —contesta y quiero evadir los pensamientos tóxicos que vienen a mi mente.

PELIGROSA ADICCIÓN | Jeon Jungkook +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora