PELIGROSA ADICCIÓN | Jeon Jungkook +21

Capítulo 18.

Les adelanto el final hoy ya que lo terminé hace ratito y mañana no iba a poder subirlo, feliz día de las mamis a mis lectoras que son madres y a las que tienen hijos perrunos también 🫶🏻

No sé cuando se celebra en sus países pero en el mío es hoy!

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Rose

Despierto absorbiendo el olor a pastel que proviene de la cocina. No pude dormir bien en toda la noche pensando en lo extraño que se veía Jungkook, el desespero y la preocupación se le notaban a leguas y ha de ser porque debe estar inquieto ya que hoy es el último día en el que estaré aquí.

«O eso espero»

No sé ni cómo me sacará pero confío en él, si estuvo tantos días ausente es porque algo logró y el que esté aquí son Soh es muestra de eso, de lo contrario me lo habría dicho.

Me levanto caminando a la ducha, el día está soleado y me aseo mientras me mato pensando y calculando mis días fértiles, antes lo hacía con una aplicación que tenía en el móvil pero ya que no tengo toca pensar porque no pienso tomarme otra pastilla de emergencia porque sé lo malo que eso es para mi cuerpo y no sé ya ni cuantas llevo desde que estoy aquí, retomar las anticonceptivas es caso perdido a estas alturas.

Bajo a la cocina y Soh está junto a Yakov, las piernas me retroceden solas y el que esté aquí no es señal de nada bueno.

—¿Asustada? —el acento ruso rasgado me pone los vellos de punta.

Me golpea el hombro con el cuerpo y se retira mientras otros dos verdugos entran con un rack con trajes elegantes y vestidos de fiesta, siento como el corazón me late en la garganta y me aferro a la baranda de la escalera mirando a Soh quién detalla el rack y cierra los ojos como si algo no estuviera bien.

Se van y corro a la cocina.

—¿Por qué estaban aquí? —le pregunto mientras sigue con la mirada puesta en el rack— ¿Hola? —le chasqueo los dedos.

—Escúchame bien Rose —gira la silla hacia mí— vamos a arreglarte porque esta tarde tienes que deslumbrar —me toma la mano— quiero que te mantengas con los pies sobre la tierra porque lo que viene no es fácil, nada nunca lo fue y esto no estaba en los planes de Jungkook.

—No entiendo... —dejo caer la espalda en el asiento— ¿Qué está pasando?, ¿Me explicas?

—No soy yo quien debe hacerlo —el tono de voz me indica qué hay algo muy mal en todo esto— prométeme que pase lo que pase vas a buscar tu propia felicidad y no vas a regresar a dónde sólo obtuviste daño, no te vas volver a dejar pisotear —la mirada que me dedica me asusta— promételo.

—Te lo prometo si me explicas porque desde ayer siento que me ocultan algo, —le digo— primero Jungkook con cara de preocupación, luego Lev viéndome con lastima y ahora tu diciéndome esas cosas.

—Rose —se lleva las manos al rostro suspirando— sólo quiero que sepas que esto no iba a ser así.... No tenía porque ser así pero es que Ha-Yoon siempre se sale con la suya.

—Bien... —me levanto con la frustración a mil— no entiendo tu lenguaje en código y te digo que me cansa que intenten ocultarme cosas cuando tengo derecho a saber que carajos pasa a mi alrededor.

—Debes estar lista en una hora —me dice evadiendo lo que acabo de decir cosa que me hace sentir peor— elige un vestido del rack y espérame arriba.

Asiento tratando de no parecer grosera, Jungkook solo dijo que esperara aquí, no tenía planes de sacarme a ningún lado y ahora no entiendo de qué va todo esto porque una cita con él no es, hay demasiado misterio de por medio.