|Peligrosa Tentación| Capítulo 16.

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Parte I.

Narración omnisciente.

Cuatro días habían transcurrido desde el infierno que tuvo que vivir Rose junto a su pequeña hija en manos de los Stailenko.

Aunque es poco, en esos días todos se habían enfocado en la recuperación de Rose, la mano pasó de un morado casi negro a recuperar un poco su color, lo que daba esperanzas a todos de que no la iba a perder como se había estipulado.

La nieve cae como todos los días y todos en la gran mansión se preparan para lo que sucederá hoy.

Gabriella Williams había sido quemada en manos de los Jeon, y sus cenizas habían sido enviadas a Brad Williams quién por alguna razón no se había revelado en las ultimas setenta y dos horas.

Sara Morris seguía desaparecida, Brad no sabe dónde está ni nadie de la familia ya que huyó el mismo día que entregó a Rose en manos de Nika Stailenko.

Para Rose, los días son una tortura más ya que debe lidiar con los dolores corporales que dejó la paliza que le propinó Jimin, las heridas de los pies seguían sanando gracias a los ungüentos pero las del corazón seguían allí... latentes a carne viva.

—Señor —Yakov entra con la hoja que le ofrece a Jeon Jungkook— se le acusa de traición y deshonor a la Bratva, piden que exija perdón o mate a la niña y a su madre si quiere recuperar su puesto.

Rose comienza a temblar con lo último, tiene secuelas psicológicas y todos estos días ha estado soñando una sola cosa y esa es verse a ella desnuda en el piso, y lo otro que repercute en su mente es la violación de Taehyung.

Por una milésima de segundo pasa por la mente de Rose el que no tuvo que traer a Maddy al mundo sabiendo la sangre que lleva en sus venas creyendo que todo sería brillo y arcoíris para ambas.

—No dejes que le hagan nada por favor... —le pide llorando a Jungkook y este solo se mantiene en silencio como los últimos cuatro días.

El Overol negro que le trajeron luce como todo el ambiente, oscuro y fúnebre porque muerte es lo único que se respira. Una de las domésticas la ayuda a peinar el cabello que le cae detrás de las orejas ya que no aceptó colocarse las extensiones que Jungkook había ofrecido porque nadie más que ella estaba consciente de que no era su cabello, de que no iba a regresar y de que no puede tapar el sol con un dedo.

Entra en la oficina del asiático que se mantiene en la ventana en completo silencio y hasta a ella misma le da pavor acercarse por el aura cargada de odio que emana.

—¿No vas a dejar que nadie le haga nada verdad? —vuelve a preguntarle— si tengo que morir, moriré por ella pero sólo te pido que no dejes que nadie la toque.

La decepción la abarca nuevamente cuando el hombre frente a la ventana no la mira y parece estar perdido entre sus propios pensamientos.

—Rose lo mejor es que salgas —Taehyung la toma del brazo— espera afuera.

El rostro se le empapa con la indiferencia del asiático sintiéndose nuevamente como lo hacia hace tres años.

Maddy está en manos de Fedora, la niñera que habían puesto de cautiva con quién Rose habló explicándole todo lo que sucedía, si se iba la matarían porque sabía demasiado de la familia y si decidía quedarse sería para apoyarla a ella y a su hija.

Minutos más tarde se la llevan en medio de la nevada que acecha Rusia, Jin, Ha-Yoon, Taehyung, Jungkook y los demás, salen abordando las camionetas, Rose espera ir en la misma que él pero nuevamente no entiende el porqué de su indiferencia.

PELIGROSA ADICCIÓN | Jeon Jungkook +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora