PELIGROSA ADICCIÓN | Jeon Jungkook +21

EXTRA TAEHYUNG

20 años atrás.
La historia está dividida por tiempos.

Soy un niño feliz, cuando sea grande quiero ser bombero, también médico veterinario o policía, aunque mamá se ríe cada vez que le digo eso porque dice que seré uno de los tres herederos de la Bratva.

Mamá me adora, papá también y mis hermanos siempre juegan conmigo aunque mi hermano Jungkook suele robarse mis golosinas siempre que las escondo, igual lo quiero mucho.

Hoy iremos a pasear a casa de la tía Nika, me gusta mucho ir para allá porque siempre juego con los caballos y también me gusta mucho lanzarme al lago que tienen en su casa.

La tía Nika es mi tía favorita porque siempre que voy me da muchos besos y me abraza mucho, más que todo cuando papá no está, siempre huele a alcohol y eso no me gusta mucho pero el olor lo reemplaza cuando me recibe con pasteles deliciosos y muchas golosinas, más que todo chocolate, es mi favorito.

Llegamos a la casa de la tía Nika y me reciben ella y su esposo, mamá me dejará aquí por el resto de las vacaciones mientras que mis hermanos se quedarán en el campamento vacacional.

—¿Dónde está mi sobrino favorito? —me voy a los brazos de mi tía mientras la lleno de besos.

Reparo a su esposo quién no me agrada mucho porque siempre me ve raro pero aún así abre los brazos para recibirme.

Me lleva al jardín donde lo ayudo a cortar el césped, juega pelota conmigo y cada cierto tiempo me recalca lo hermoso que soy y que me quiere mucho.

«Yo también lo quiero, solo no me gusta como me mira»

Llega el mediodía y me preparan comidas deliciosas y el esposo de mi tía me obliga a sentarme en sus piernas, me niego pero la tía Nika dice que eso es normal y que es una muestra de cariño así que accedo.

Pasan los días y a diario hacemos la misma rutina, solo que esta vez paso sentado en sus piernas a cada momento, extraño a mamá y a papá pero me encanta estar junto a la tía Nika y me gusta también ver los caballos todos los días.

Me voy a la ducha cuando llega la tarde y me asusto cuando abren la puerta del baño dejándome ver al esposo de mi tía en el umbral de la puerta.

—¿Necesitas ayuda? —pregunta y le digo que no.

Se acerca más a mí hincándose en la tina en la que estoy.

—¿Me quieres Tae? —pregunta y asiento.

—¿Me dejas mostrarte un juego?

—¿Cuál?

Se acerca a mí rostro plantando un beso en mis labios y me remuevo incómodo cuando no se aparta.

—Déjame enseñarte cómo debes besar a tus novias en un futuro —me acaricia la mejilla.

Se quita la ropa y se mete en la tina conmigo y retrocedo cuando me intenta sentar en sus piernas.

—No tengas miedo... ¿Recuerdas las muestras de cariño de las que habla la tía Nika?

—Sí.

—Bueno, esta es una de esas y quiero mostrarte todas y cada una de ellas, ¿Está bien?

Me acuna el rostro acercándome a su boca y besándome como papá besa a mamá.

—No me gusta este juego —digo.

—Tranquilo —me acaricia— es sólo para que aprendas.

Me da la vuelta en la tina mientras deja besos en mi espalda, no me gusta jugar así, a mí me gustan los juegos de pelota, saltos y correr, este no, me da miedo, mucho miedo.