Capítulo 16.

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Jungkook

Más de dos horas en carretera donde Katie me taladra los oídos con los pasos a seguir después de esto ya que acabo de huir de mi propia familia.

Mi teléfono lo tuve que lanzar a la carretera y con dolor tuve que generarle un corte en el cuello a Rose para sacarle el chip. A cada nada tiembla, delira y tiene arcadas.

La heroína es una droga sumamente adictiva cuando se consume en grandes cantidades. No sé cuantas dosis pero lo que le inyectaron fue suficiente para marcarla.

Katie tiene la sospecha de que fue ligada junto con otra droga ya que Rose está presentando abstinencia y si escapó de la habitación es porque buscaba más droga.

—¿Puedes bajar con ella? —pregunta la pelirroja cuando nos estacionamos en un portón negro.

Asiento, me abre la puerta del auto y la llevo en mis brazos, hicimos una parada varias gasolineras atrás para comprarle algo de ropa.

—Mi capitana —la reciben varios militares con el respectivo saludo— ¿En que le podemos servir?

—Necesito un avión, avioneta, jet, helicóptero, alfombra mágica, lo que sea que tengan —ordena— para ya.

—Como ordene mi capitana, —se mantienen firmes— ¿A dónde se dirige?

—Ubicación confidencial.

Al ser una de las mejores militares que tuvo Rusia, aún sigue teniendo autoridad en cualquier ente militar del país.

Estamos en un campo de entrenamiento militar donde hay todo tipo de vehículos aéreos.

Me quedo con Rose en mis brazos mientras ubican la avioneta que preparan para nosotros, Katie toma mi mochila y la bolsa con los medicamentos que compró para ella.

Subo ubicando a Rose en el asiento de al lado acostándole la cabeza en mis piernas. La avioneta alza vuelo con Katie de piloto y durante las próximas tres horas Rose no se despierta del todo, medio abre los ojos preguntando por su mamá y su hermana y vuelve a dormirse.

El aterrizaje entre montañas y lago me ponen atento cuando Katie es la primera en bajar, abajo la recibe una mujer mayor la cual la abraza como si tuviera años sin verla.

Bajo cuando me hace seña y la mujer mayor repara a Rose.

—Bienvenido a Noruega —me da un beso en la mejilla— ¿Cómo está la chica?

—Tiene fiebre —le digo— habla incoherencias, tiene espasmos y los ojos le lagrimean mucho.

La anciana mira a Katie dándome a entender que el estado de Rose no es bueno.

—Llévala adentro y déjala sobre la camilla que está en la sala —dice señalándome la casa— en un momento te alcanzo.

Hago lo que dice, entro a la casa dejándola sobre la camilla y sólo quiero que termine toda esta mierda.

—¿Sabes que le inyectaron? —la anciana entra hablando con Katie— realmente se ve bastante mal.

—Creemos, o bueno tengo la creencia de que le ligaron junto con otra droga por los efectos que está teniendo —comenta Katie.

—Hay que realizarle una prueba toxicológica —¡Marcus! —llama a alguien y un pelirrojo con los mismos rasgos físicos de Katie no tarda en llegar.

—¿Tenemos visitas y nadie me avisó? —sale de la cocina secándose las manos con una toalla detallando a Rose— ¿Y este caramelo empaquetado quién es?

Katie le explaya los ojos con vergüenza y este me mira «Ya empezamos»

—Caballero mucho gusto —me da la mano— ¿Cómo se encuentra?

PELIGROSA ADICCIÓN | Jeon Jungkook +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora