Cuando las Williams llegan, todos se hincan ante sus pies.
Jeon Jungkook lo tiene claro y por ello tiene una regla: No enamorarse del enemigo.
¿Pero que pasaría si unos inocentes ojos azules entran en su corazón como una daga desgarrando todo a su...
Entro a la habitación y el corazón se me hace chiquito cuando veo los ojitos achinados que me miran.
—Tae... —se me quiebra la voz— ¿Cómo te sientes?
Levanta la mano con dificultad y me acerco tomando asiento en una de las sillas.
—Me asustaste mucho... —le hago saber mientras le acaricio el rostro— te dije que si necesitabas hablar que me buscaras pero te estuve rechazando todos estos días y... —me sorbo la nariz— lo siento Tae..
Niega tomando mi mano.
—Quería morirme —suelta y se me quiebra el corazón en mil pedazos— quiero morirme Rose.
—No... —me aguanto las ganas de llorar— no digas eso porque todavía tenemos que ir a la playa ¿Lo recuerdas? También a acampar, ir a ver a las focas y las auroras boreales como lo hablamos, ¿Sí lo recuerdas verdad?
Cierra los ojos.
—¿Lo recuerdas? —repito— Me prometiste que...
—¿Cómo te cumplo una promesa si quiero morirme? —me suelta la mano— no mereces un amigo que no pueda cumplir las promesas.
—No digas eso... —me subo a la camilla— a ver hazme espacio.
Se acomoda como puede y me acuesto a su lado.
—¿Cuál es tu canción favorita? —le pregunto cambiando de tema y jugando con sus dedos.
—No tengo.
Lo miro entrecerrando los ojos.
—Todos tenemos una —le beso la mejilla— a ver piensa...
Acomoda la cabeza en la almohada mirando hacia el techo.
—Creo que puede ser End of The Road de Boys II Men..
Sonrío y asiento porque a papá también le gusta esa canción.
Un silencio merma entre los dos y..
—We belong together and you know that I'm right —empiezo a cantar— Why do you play with my mind?
Se voltea a verme sorprendido porque es una canción bastante vieja y por primera vez desde que lo conozco, lo veo sonreír.
—¿Ahh viste? —me río— rolo de cantante eh..
Suelta una carcajada la cual me deja ver la hermosa sonrisa que tiene.
—Una cantante bien desafinada —se burla.
—Lo que cuenta es la intención...
Recuesto la cabeza en su hombro detallando sus brazos «Tiene piquetes de la droga que se inyectó»
—Déjame repararte Tae... —susurro tomando su mano— déjame reparar todo lo que dañaron.
Voltea a mirarme y yo hago lo mismo, no es una mirada de dos personas que se gustan, creo que jamás podré descifrar qué tipo de mirada es la que permanece cuando nos miramos.
—Eres especial—expresa— has sido luz en mi maldita oscuridad.
Me acerco más a sus brazos, me gustaría quererlo de otra manera pero desde que lo conocí lo veo como ese hermano que nunca tuve, tenemos conexión y por algún motivo quiero cuidarlo porque es frágil, y es de esas personas que quisieras meter en una bola de cristal para que nada le suceda.
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