*Todos los personajes de este relato son mayores de 18 años.
Erika se encontró con Siara, su inseparable amiga, en la puerta del Centro de Estudiantes. Estaban terminando el segundo semestre en un prestigioso instituto terciario que se jactaba de poder preparar a cualquier alumno para ingresar a las mejores universidades del país... siempre y cuando puedan costear las altas cuotas mensuales.
Las dos amigas estaban confundidas, en todo este tiempo nunca las habían citado en el Centro de Estudiantes, y no creían haber hecho nada para llamar la atención.
Entraron y fueron recibidas por una alumna de tercer año, a la que conocían muy bien. Se trataba de Sofía Levitz, la presidente del Centro de Estudiantes. Sofía les dedicó una mirada severa con sus llamativos ojos azules y se acomodó los anteojos de ancha montura negra. Su largo cabello lacio, de un rubio intenso, pulcramente peinado, le daba aún más aspecto de mujer fría y dura como el acero. Y se rumoreaba que era lo que aparentaba ser.
Erika y Siara escucharon a más de un alumno decir: "Intenten no molestar a Sofía Levitz, si quieren salir vivas del instituto".
―¿Por qué estamos acá? ―Preguntó Siara, impaciente, mientras tomaban asiento frente al escritorio que ocupaba la presidente.
―No tengan miedo ―se apresuró a decir Sofía, pero su cara se mantuvo tan seria e impasible como siempre―. No es nada malo. Simplemente quería preguntarles sobre el Club que fundaron. ¿Cómo es que se llama?
―Veritas Sectatores ―respondió Erika, sonrojándose. Aún no le convencía ese nombre, a pesar de que ella misma lo había sugerido.
―Ajá... ―Sofía revisó una planilla y luego las miró por encima de la montura de sus anteojos―. Acá dice que es un club dedicado a "investigar misterios". ¿Cierto?
―Algo así ―respondió Siara, mostrando menos inhibiciones que su amiga―. Misterios, curiosidades, secretos, lo que sea. También buscamos intercambiar opiniones sobre historias de detectives; sean de la vida real o de la ficción.
―Ya veo... pero, si no me equivoco, nadie se postuló al club. Las únicas integrantes son ustedes dos.
―Es cierto que no se postularon tantos interesados como habíamos previsto ―respondió Erika, aún más sonrojada. No quería decir que en realidad no se postuló ni una sola persona en todas las semanas que pasaron desde que inscribieron el club en el instituto―. Los que vinieron no lograron convencernos. Tampoco podemos aceptar a cualquiera.
―Entiendo ―dijo Sofía, con tono profesional―. En este instituto nos encanta que los alumnos puedan crear sus propios clubes sociales... incluso existen clubes creados hace décadas, que aún se mantienen activos. Sin embargo hay ciertas reglas a tener en cuenta. Por ejemplo: un club nunca puede tener menos de cuatro miembros. Además un club debe mostrar cierta actividad, y hace varias semanas que ustedes no suben nada nuevo en su portal web, ni proponen actividades. Ustedes no cumplen con estos requisitos mínimos. A mí no me molesta que sigan con sus actividades; pero ya saben que al tener un club inscrito, también tienen derecho a usar las instalaciones del instituto para organizar reuniones; pueden colocar avisos en los tablones de los pasillos o en la web del instituto; incluso sugerir actividades que involucren otros alumnos, aunque éstos no pertenezcan al club. Si no cumplen con los requisitos mínimos, pierden todas las ventajas que les proporciona el instituto. ¿Entendido?
―Sí ―dijo Siara, algo irritada por la forma tan severa en la que le hablaba Sofía―. No menos de cuatro integrantes y organizar más actividades. Me queda claro.
―Bien, me alegra oírlo. Les doy un par de semanas más. Intenten conseguir al menos un tercer miembro para el club, y organicen alguna actividad. Con eso ya me van a demostrar que tienen interés en seguir adelante con este proyecto. Luego puede que se sume más gente. Pero recuerden que debe haber al menos cuatro personas en el club.
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Intriga Lasciva - El Instituto.
Misterio / SuspensoSiara y Erika son dos amigas que deciden formar un club de "detectives" en el instituto. Su idea es resolver cualquier misterio interesante que se les presente. Lo que ellas no sospechan es que, por diversos motivos, los casos a resolver suelen esta...