A Erika le pareció una buena idea trasladar la siguiente reunión del club de detectives a su propia casa. Por eso, cuando llegó el fin de semana, recibió a Oriana, Siara y Xamira en su propia guarida, en su "lugarcito feliz", como suele llamar a su dormitorio.
―Pasen, chicas... pónganse cómodas ―dijo con una grácil sonrisa.
Las tres se quedaron como estatuas admirando el espectacular desastre que era el cuarto de Erika. Había ropa tirada por todos lados, incluso Oriana notó que había por lo menos cuatro tangas de colores diferentes, un par de corpiños y varias medias sin su pareja. No pudo identificar las otras prendas.
―Pensé que ibas a ordenar un poquito antes de que llegáramos ―dijo Siara.
―¿Ordenar? ¿Para qué? Para que piensen que soy una maniática obsesiva de la limpieza? No, gracias. Prefiero que me conozcan así, al natural.
―Yo podría quedar como una obsesiva de la limpieza ―dijo Oriana―. Mi cuarto siempre está impecable, no porque me guste limpiar, sino porque mi mamá me obliga a hacerlo.
―A mí sí me gusta tener el cuarto ordenado ―aseguró Siara.
―¿Y vos, Xamira? ¿Cómo tenés el cuarto? ―Preguntó Erika.
―Ordenado. Porque no tengo muchas cosas ahí. Yo solo uso mi cuarto para dormir ―últimamente también lo había usado para llorar por haber perdido a su mejor amiga; pero omitió ese detalle―. Paso poco tiempo en mi cuarto.
―¿Y dónde pasás el tiempo cuando estás en tu casa? ―Quiso saber Oriana.
―En el gimnasio.
―¡Wow! ―Exclamó Erika―. Tenés un gimnasio en tu propia casa?
―Sí, es una bendición. A mi mamá le encanta el fitness y su sueño era tener un gimnasio en casa, aunque... también va al gimnasio común cuando quiere ver gente. Yo prefiero ejercitarme sola, en casa... aunque, si alguna de ustedes quiere ir, están invitadas.
―Podríamos hacer una de nuestras reuniones en el gimnasio ―dijo Siara―. No soy fanática del ejercicio físico, pero un poco de vez en cuando no viene nada mal.
Oriana y Xamira caminaron por el interior del dormitorio de Erika observando la enorme cantidad de esculturas plásticas que poblaban sus numerosas repisas. Vieron algunos personajes conocidos, como a Goku en un enfrentamiento con Naruto, y varias Sailor Moon.
―Ay, yo miraba Sailor Moon ―aseguró Xamira―. Me gustaba mucho.
―Ahora que lo pienso ―dijo Erika―, sos re parecida a Sailor Jupiter.
―Sí, mi mamá me decía lo mismo. Por eso es mi favorita.
Oriana también reconoció a uno de los personajes de las estanterías, se trataba de una escultura de un hombre rubio de largo y lacio cabello adornado con una armadura dorada que cubría todo su cuerpo. Las grandes hombreras y los ojos cerrados le daban cierto aspecto divino.
―¿Ese es Shaka de Virgo? ―Preguntó Oriana―. ¿Sos de virgo?
―No, no soy de virgo; pero me encanta Shaka, en mi opinión, es el más fuerte de los Caballeros del Zodíaco, y mi favorito. En realidad soy de Capricornio. Pero Shura de Capricornio no me gusta mucho, su diseño es un poco... soso.
―Cuando yo miraba esta serie ―dijo Xamira―, estaba enamorada de Afrodita de Piscis, y más aún, porque yo soy de Piscis. ¿Y ustedes, chicas de qué signo son?
―Yo no creo en el horóscopo ―dijo Siara―, pero técnicamente soy de Sagitario.
―Yo tampoco creo mucho en esas cosas ―aseguró Oriana―, pero soy de Libra. Cuando miraba los Caballeros del Zodíaco, yo estaba enamorada de Hyoga, el cisne... creo que también era de Acuario.
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Intriga Lasciva - El Instituto.
Mystery / ThrillerSiara y Erika son dos amigas que deciden formar un club de "detectives" en el instituto. Su idea es resolver cualquier misterio interesante que se les presente. Lo que ellas no sospechan es que, por diversos motivos, los casos a resolver suelen esta...