La ropa que tenían puesta quedó dañada por lo que Xamira y Erika tuvieron que "tomar prestadas" cosas que encontraron en los lockers de las otras chicas. Xami se puso un top negro sin corpiño, no se preocupó porque sus tetas son más bien diminutas, pero sí le marcaba mucho los pezones. Además se puso un short elastizado azul que se le metía dentro de las nalgas y le marcaba la raya de la concha como si estuviera pintada. Intentaba acomodársela cuando Erika le dijo:
—Mientras más lo intentes, más adentro de la concha se te va a meter. Te lo digo por experiencia, a veces lo mejor es no luchar y aceptar que se te va a marcar todo el papo.
Ella estaba teniendo el mismo problema, por culpa de un diminuto short fucsia que, además, le dejaba a la vista más de la mitad de las nalgas.
—Obviamente no es mi talle, pero es lo mejor que encontré. No sé qué ponerme arriba.
—Probá con esto...
Xami le alcanzó una blusa de un amarillo muy chillón. Cuando Erika se la puso parecía un cartel de neón que anunciaba "Prostitutas baratas, pase y elija". Lo sacó del mismo locker que el top negro, era del mismo talle; pero en Erika, con sus enormes tetas, el efecto era muy diferente. Sí, los pezones se le marcaban un montón, parecían a punto de agujerear la tela. Y había más: la mayor parte de las tetas quedaba fuera del top, en especial la parte de abajo. Esos senos tan apretados parecían un matambre arrollado a punto de estallar.
—Te queda lindo —dijo Xamira—. Es muy erótico.
A continuación le tomó una foto a Erika y le pidió que la subiera a sus redes sociales. Resignada, Erika se encogió de hombros.
—Publiqué cosas peores. Esto como que me da igual.
Mientras subía la foto, Xami preguntó:
—¿Creés que Octavio sea Némesis?
—¿Eh? No, no... para nada.
—¿Por qué no? A mí me parece que tiene el suficiente poder y el dinero para serlo.
—Sí, claro. Pero si fuera Némesis, no se hubiera presentado con un seudónimo solo para después mostrar la cara. No tiene sentido. Si hay algo que me queda claro es que Némesis no quiere que sepamos quién es.
—Puede ser, sí... tenés razón. Además el tipo parece fascinado por vos. Cometió un error al dejarnos subir esas fotos... lo hizo por pura calentura. Oriana me escribió y me mandó esto:
Era una captura de pantalla que mostraba a Farah Abdul siendo penetrada en la concha por una verga que solo podía ser la de Octavio.
—Perfecto, en algún momento eso nos puede servir de algo. Bueno, vamos a ver qué mierda están haciendo Fermín y los descerebrados de sus amigos.
Xamira estuvo a punto de preguntarle si de verdad quería ir vestida de esa forma. Sin embargo no lo hizo. Le daba morbo verla deambular con ropa tan provocativa. Había disfrutado mucho chupando la concha de Erika mientras se duchaban y ya tenía ganas de hacerlo otra vez.
Volvieron al gimnasio, lo encontraron completamente vacío y a oscuras; sin embargo, en la puerta del área de boxeo se colaba luz por las rendijas. Se acercaron agudizando el oído, había música que sonaba apagada, los graves hacían vibrar la puerta. Erika usó la tarjeta magnética y al abrir la música sonó mucho más fuerte. No tanto como una discoteca, más bien como un pub. Se acercaron y vieron que en el ring se encontraba Joaquín, el mejor amigo de Fermín, intercambiando golpes con un muchacho al que no conocían. Joaquín parecía tener el combate dominado y desde abajo sus amigos lo alentaban.
No había mucha gente. Fermín estaba rodeado por tres de sus secuaces inseparables, en la pequeña tribuna de madera estaba Farah Abdul con ropa deportiva, sus tetas lucían imponentes. Su piel morena y su mirada dura le daban un aire de princesa árabe. Cada vez que Erika la veía, se le mojaba la concha, le recordaba un poco a Mía Khalifa, y ella se había hecho mil pajas con los videos de esa actriz porno. También la seguía en redes sociales. Era frecuente que Farah publicara fotos luciendo sus tetas al desnudo o diminutas tangas. A veces incluso mostraba la concha, sin ningún tipo de escrúpulos. Había quienes pensaban que ella se dedicaba a la venta de contenido, pero no, Erika sabía que lo hacía por puro gusto. Farah es de buena familia, como casi todos en ese instituto, no necesita dinero.
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Intriga Lasciva - El Instituto.
Misterio / SuspensoSiara y Erika son dos amigas que deciden formar un club de "detectives" en el instituto. Su idea es resolver cualquier misterio interesante que se les presente. Lo que ellas no sospechan es que, por diversos motivos, los casos a resolver suelen esta...