12. Traidora.

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Xamira sabía que había llegado demasiado lejos con Dalma y Emilia. Nunca se imaginó que terminaría chupando concha. ¿Acaso podría decir que esta es su primera experiencia lésbica? ¿Ella, viviendo experiencias lésbicas? No podía ser. Si nunca le interesaron las mujeres en ese sentido. "No, lo que en realidad busco es llegar al fondo del asunto de las fotos", se dijo.

―¿Ahora sí me van a contar qué pasó durante las sesiones? ―Preguntó. En su boca sentía un fuerte sabor a jugos vaginales. Era extraño y a la vez embriagante. Su corazón se aceleró y ni siquiera entendió por qué.

―Vos seguí y yo te cuento todo ―dijo Emilia, presionando levemente la cabeza de Xamira. Ésta no tuvo más alternativa que volver a pegar su boca a esos labios vaginales―. Así... con ganas y sin miedo. Sé que al principio no es fácil, pero ya vas a ver cómo te acostumbrás. ¿Qué era lo que querías saber? Ah, sí... ¿cómo fue que terminamos con vergas en la boca. Como bien había dicho Dalma, la primera en probar eso fui yo. Ese chico, Alexis, parecía de lo más simpático y cuando vio que estábamos dispuestas a hacer una sesión de fotos más... interesante, nos ofreció su verga, para que pudiéramos posar un poquito. Dalma se asustó, claro, es entendible que una chica virgen reaccione de esa manera al ver una verga erecta de cerca... en especial de ese tamaño. Ahí me puse a pensar que quizás ella era demasiado temerosa con esto. Entiendo que una chica debe reservarse virgen para el día de su casamiento, sin embargo no es cuestión de tenerle miedo a una verga. ¿No te parece? ―Xamira no pudo responder, su lengua estaba dentro de la concha de Emilia―. Así que le di permiso, de madre a hija. Le dije: "Probá un poquito, hacete unas lindas fotos con la verga en la boca".

―Y lo hice, justamente porque ella me lo pidió ―dijo Dalma―. No fue fácil. Lo primero que pensé fue si con esto le estaba siendo infiel a mi novio. Pero después de analizarlo un poco llegué a la conclusión de que no era más que una sesión de fotos que tenía como única finalidad lograr una conexión más fuerte con mi mamá. Así que... agarré la verga de Alexis y me la metí en la boca. Tengo que admitir que la sensación fue mucho más agradable de lo que me había imaginado.

―Eso lo entiendo ―dijo Xamira, quien detuvo su acto lésbico por un momento―. Yo también le comí la pija a Alexis. ―Se sorprendió más a si misma al escucharse decir esas palabras.

―¿Qué? ¿De verdad? ―Preguntó Dalma, incrédula.

―Sí, de verdad. No les voy a contar todos los detalles de cómo llegué a eso, porque ahora mismo no vienen al caso. Lo importante es que... yo también tuve esa pija en la boca. Hasta me hizo algunas fotos.

―¿Están en tu celu? ¿Las puedo ver?

―Em... sí, algunas están en mi celular.

Xamira buscó las fotos y se detuvo en una que la mostraba con la cara roja y la verga metida hasta el fondo de la garganta, los ojos le lagrimeaban.

―Ay nena ―dijo Emilia―. Sí que te la hicieron comer todita... estás preciosa.

―Y mirá... hasta le dieron de tomar la lechita ―dijo Dalma, señalando otra foto, una en la que Xamira tenía la cara bien cubierta de semen.

―Entonces, ahora vas a poder entender mejor por qué Dalma y yo disfrutamos tanto de esa sesión. Para que sepas, cuando Dalma se metió la verga en la boca... no se quedó muy quieta que digamos. ―Su hija soltó una risita picarona―. Empezó a lamerla toda y Alexis la animó a que siguiera con eso, porque las fotos estaban quedando de maravilla. Y bueno, yo no me quería quedar sin darle otra probadita, así que en un momento se la quité y... bueno... acá tenés la foto que muestra lo que pasó.

Emilia tomó una de las fotos del sobre en la que se la mostraba en una situación bastante parecida a la de Xamira, con la verga bien metida en la boca y una mirada que solo podía significar: "Me la voy a comer toda".

Intriga Lasciva - El Instituto.Where stories live. Discover now