Para Cándida Zambrano la noticia de las filtraciones en el instituto fue una inyección de vida. Al dejar la redacción de la revista Caleidoscopio intentó ganarse su lugar en internet. A pesar de tener varios seguidores muy fieles, no fue tarea fácil. Sus recursos se habían limitado a lo que ella pudiera descubrir. Aún le quedaban algunos informantes de confianza, pero la mayoría ya no creía que ella sola pudiera ser relevante en un mundo tan cargado de información y desinformación.
Jania Wozowycz, una alumna de tercer año, la llamó para decirle que tenía buena información, pero que le iba a costar. Cándida se gastó dinero que no podía permitirse solo porque si Jania la había llamado, entonces había una bomba mediática importante. Esta chica es sumamente ambiciosa y no va a vender algo sin estar segura de que es una venta segura. Detesta recibir un no como respuesta.
Así Cándida recibió el e-mail con todas las fotos y videos porno que se filtraron en el instituto y también varios comentarios y opiniones de distintos alumnos, también a cargo de Jania. Con todo este material Cándida elaboró un rápido artículo, pero bien detallado, exponiendo lo ocurrido. Fue la primera en redes en salir con la información. Su página web y sus redes sociales ganaron visitantes por cientos ya que Candy prometía hacer un profundo trabajo de investigación sobre este asunto y publicarlo todo. Durante los siguientes días se la pasó generando artículos bien cargados del contenido explícito filtrado. Lo bueno de tener un medio independiente es que no tiene que pedirle permiso a nadie para hacer eso. Le prometió a sus seguidores que no censuraría y prometió. Publicó explícitos videos mostrando cómo a Felicia Meritani, la presidenta del club religioso, le encanta meterse cosas por el culo. Este artículo tuvo un éxito descomunal, generó mucho ruido en redes y el material porno de esta bella jovencita se restregó por todo internet. También expuso a la profesora Noemí García que participó en sexo grupal con varios alumnos del instituto y que tiene por costumbre intercambiar fluidos corporales con alguna que otra alumna.
Hizo artículos dedicados a los materiales más interesantes, descartó aquellos que no aportaban una historia curiosa o significativa. Cuando se le estaba agotando el material, las chicas del club de detectives la llamaron para pedirle que investigara el asunto más a fondo. Gracias a ella consiguió el permiso de la Junta Directiva para meterse en todos los recovecos del instituto y examinar a fondo cada rumor.
Su objetivo actual es localizar al responsable de estas filtraciones. Esto le sienta un poco mal ya que es posible que esa persona pague las consecuencias por sus actos... y es justamente quien le permitió saltar a la fama como reportera freelancer. Gracias al material del instituto está ganando más dinero que nunca. Ni siquiera como redactora de Caleidoscopio le fue tan bien. Pero bueno, son gajes del oficio. Tiene que llegar al fondo del asunto, su prestigio depende de eso.
Empezó la investigación yendo directo a la cima del poder. Haciendo uso del carnet que le dieron la integrantes de la junta directiva pudo llegar hasta la oficina del decano sin que nadie se lo impidiera. Abrió la puerta y descubrió a Mario Dalessi sentado detrás de su escritorio. El tipo reaccionó como un ladrón que es descubierto infraganti. Se sacudió en su silla y se apresuró a cerrar pestañas de internet mientras con la otra mano acomodaba algo en su entrepierna.
—Pero... ¿qué carajo? ¿Se puede saber por qué no golpea antes de entrar?
—Me dijeron que podía pasar —respondió Candy, con una inocencia bien ensayada.
Entrar sin previo aviso era parte de su plan, quería saber en qué situación sorprendería a Dalessi. «Así que el viejo verde mira porno en la oficina», pensó mientras miraba los cuadros que colgaban de las paredes con títulos universitarios, diplomas y fotos con políticos. Este breve paseo por la oficina fue para permitirle a Dalessi admirar su atuendo. Lo había elegido minuciosamente. Candy tenía sus dos colitas características y unos enormes anteojos de marco rosa. Arriba lucía una ceñida blusa turquesa y nunca usaba corpiño. Sus diminutas tetas no lo requerían, pero era frecuente que sus pezones se marcaran mucho sobre la tela. Abajo tenía una pollera tableada amarilla muy corta que a duras penas le tapaba la tanga. Sus coloridas zapatillas de lona completaban el atuendo.
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Intriga Lasciva - El Instituto.
Mystery / ThrillerSiara y Erika son dos amigas que deciden formar un club de "detectives" en el instituto. Su idea es resolver cualquier misterio interesante que se les presente. Lo que ellas no sospechan es que, por diversos motivos, los casos a resolver suelen esta...