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- largo! - con tono enojado exclamó, y todos inmediatamente al ver de quien se trataba salieron huyendo despavoridos.

El pelinegro volvió su vista hacia el chico que yacia tirado en el suelo hecho bolita, esos imbéciles le estaban golpeando, se creían unos putos bravucones, y era totalmente insólito que nadie se atreviera a intervenir, todos en ese pueblo eran unos idiotas. Jungkook bajo hasta el y comenzó a llamarle indicándole que todo estaba bien y ya podía levantarse, poco a poco el rubio se puso de pie frente a el y le miro.

Jeon tuvo al parecer uno de sus conocidos viajes astrales. Esos ojos grises eran demasiado hermosos, sumándole esa pequeña nariz de botoncito y esas mejillas rellenitas. Las mejillas del rubio se tiñeron de carmín al ver cómo el chico parecía hipnotizado mirándole.

- he... Oye - volvió a hablar esta vez logrando que jungkook saliera de su trance. - gracias por ayudarme..

- oh! No fue nada jejeje- no disimulaba para nada como le gustaba el rubio - soy jeon jungkook, un placer... ¿Tu eres...? ¿Acabas de mudarte hasta acá?

- Park Jimin, y no, de hecho vivo aquí desde hace tiempo...mas bien! Mi abuela vive aquí así que ya había venido antes, pero ahora es que estoy viviendo aquí definitivamente - en donde estaba esa belleza que jungkook no había logrado encontrar en todo este tiempo?.

- oh ya veo, eso es genial, te gustara el pueblo...bueno yo debo irme - se dio la vuelta, no quería parecer tampoco un acosador, así que lo mejor era irse y pensar un poco, de igual forma este chico seguro le tendría miedo como todos los demás - adiós hermoso.

- eh, adiós.































Jimin



Otro recuerdo.

Hace mucho no recapitulaba ese día, fue cuando jungkook y yo nos conocimos, el fue muy amable ese día... La verdad no pensé que pasaría algo con el realmente.

A simple vista el parecía solo un chico malo, de esos típicos que se acostaban con todo el mundo y se creían unos Reyes, pero lejos de eso jungkook era diferente. El era amable con la mayoría de las personas y siempre trataba de ayudar, recuerdo incluso que una vez estuvo de ayudante en la iglesia.

Todos solo lo juzgaban por su forma de vestir sin antes conocerlo un poco, eso te demuestra lo feo que pueden ser las personas a veces.

Sentí una patadita en mi vientre y lleve mi mano hasta allí

- bebé, oye que hemos hablado sobre patear? - intente que mi voz sonara más suave - no tan fuerte, es un poquis doloroso si utilizas mucha fuerza.

Mi vientre esta cada vez más grande, la verdad estoy asustado... Se supone que solo tengo unos dos meses o algo así según byul, casi tres, pero mi vientre parece ya de ocho.

Esto no es para nada normal... Bueno, técnicamente nada de lo que me pasa es normal pero... No se que pensar.

Decidí levantarme de la cama he ir a tomar un poco de café, es molesto tener que caminar tan lento y cuidadosamente. Me senté junto a la ventana como de costumbre, afuera no hay nadie la verdad esto parece ya un pueblo fantasma, que horror.

Es una mierda.

Hablando de mierdas... Mis padres no volvieron a llamar, eso es un alivio al menos, pero el que puedan venir hasta acá a buscarme me tiene pensando, conociendolos son muy capaces de hacer tal cosa.

Diabolik | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora