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- amor, ¿que haces barriendo?

La escoba fue arrebatada de las manos del rubio.

El solo quería distraerse, no había nada que hacer así que había tomado la escoba para barrer la casa, pero tan pronto como había comenzado dicha tarea jungkook llegó. Últimamente no lo deja hacer nada de nada, dice que es riesgoso.

- yo solo quería limpiar - dijo con simpleza, jungkook suspiro y dejó el objeto a un lado, tomó ambas mejillas del rubio.

- amor, entiendo que estas aburrido y quieres distraerte... Pero no debes hacer esfuerzo, es peligroso - fue cuidadoso con cada palabra dicha - este embarazo no es como cualquier otro... Hay que ser precavidos.

Jimin fruncio su ceño

- ¿si sabias que sería tan riesgoso porque me dejaste embarazado? - jimin no pudo evitar decirlo, el pelinegro desvío la mirada, aunque sus caricias no cedieron, volvió su vista a el nuevamente.

- pensé que habias aceptado mis disculpas... Supongo que debo seguir insistiendo - mostro una sonrisa ladina y acto seguido tomó los labios del rubio.

No era un beso húmedo ni mucho menos deseoso, era un beso suave, delicado y cargado de muchos sentimientos por parte del pelinegro.

Jimin mentiría si dijera que aquel beso no le había gustado.

Al separarse jungkook le sonrió nuevamente, y tomó una de sus manos llevándolo hasta el sofá de la Sala, donde ambos tomaron asiento, jimin en el regazo de este. Jeon comenzo a dejar pequeñas caricias en la cintura del rubio, además de besar su cuello con adoración y cuidado, la mordida del otro dia aún seguía fresca... Hay que destacar que jungkook no se siente del todo bien.

La culpa consume a jungkook, se siente la peor persona del mundo, aunque realmente el ya no es una persona ni mucho menos un ser humano, aun así sigue conservando todas sus emociones y sentimientos, ser demonio no le hace menos.

Hablando enserio, se culpa por el hecho de que jimin no es feliz, puede sentirlo, siente su rechazo, su temor, jimin le tiene miedo... Eso no era lo que el quería.

El solo quería demostrarle que aún podían seguir juntos, que el amor de ambos era real, no obsesión como el había dicho, eso solo dijo para que jimin no huyera, porque si lo hacía no le hiria bien cuando llegará a la ciudad y el ya no estaría para cuidarme...contrario a sus planes solo logró que jimin le tuviera miedo y odio, o al menos eso era lo que jungkook pensaba... Además sabia que jimin solo seguía allí por el bebé, no por el.

Por eso siempre trataba de hacerle sonreír o darle seguridad pero últimamente veía que no funcionaba, no importa cuantas galletas o pasteles le prepare, ni cuantas veces le diga que lo ama y cuidara, nada funcionaba, jimin le evadia.

Jimin no es feliz junto a él.

Jimin le tiene miedo.

Jimin le odia.

Solo eres un demonio, un humano nunca podría sentir amor por un demonio.

No quería aceptarlo pero así era.

Saliendo de sus pensamientos, no noto cuando su forma demoníaca hizo acto de presencia sino hasta que vio como jimin intentaba alejarse de el y le veía con ojos asombrados.

- amor...- susurro, intentando seguir sosteniendo al chico de la cintura más este comenzaba a desesperarse - no te haré daño amor...

Las lágrimas salieron de sus ojos, ya no lo soporto más, soltó a jimin y se hizo ovillo en el sofá, escondió su rostro entre sus piernas.

Diabolik | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora