XI. El Amante Del Príncipe.

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XI

♥♦♣


Volví a revivir los amaneceres de siempre.

Este, fue diferente.

La tasa de crímenes era lo normal para el infierno, pero el desdén de las decisiones de Charlie Morningstar peligraban cada recinto de la estrella de David, poniendo a pie cada adicto arrinconado que no veía con buenos ojos el proyecto de la redención.

Los tiburones de Crimson atacaron a la torre de Alastor, que no duró ni un minuto en caer por explosivos. Puesto que ahora, el sector de los come carne como él, está siendo controlado por  Crimson que ha contratado a Striker, con un fin imposible: asesinarlo.

El señor de la radio no es el único que se las ha jugado para hacer lo posible por culminar esto, antes del Exterminio. Hemos regresado al casino que ahora a su nombre, se le ha servido como una bandeja de imbéciles gasta dinero, que se burlan mientras Alastor da bocadillos a mi hocico.

La camisa rosa me la ha quemado junto con todo lo demás que traía de con Angel Dust, a excepción del sombrero que por suerte, me le ha dejado.

Un recuerdo de mi corazón voluble a dominarse ante cualquier hombre, que olida la ley de su madre: Ponerle correa a este mundo y no ser yo a quien se la pongan.

—No has hablado en todo el día —dice Alastor, se deja caer sobre su asiento—. Espero no te haya molestado darte de comer frente a nuestros invitados, hoy el casino tiene la dicha de estar lleno al tope, ja, ja.

Frunce las cejas con los hoyuelos hasta la mandíbula.

—De acuerdo, Husk —Alastor chasquea los dedos, dándole nuestros platos vacaos al mesero—. No he visto tanta desobediencia desde que te gane en una apuesta, pero estos desarreglos me han culminado la paciencia. Ha ser un fiel mío, te he estado poniendo en duda.

—¿Cómo no podría? No significo nada para ti.

—Claro que no, ni podrías atraerme —carcajea Alastor, sin ningún chiste entonado—. Aunque, es entretenido tener a Vox persiguiéndome como perro en notificarme de ti, y tu fijación por Dust. Es lo único en lo que me fijo. 

—Dijiste que lo matara.

—No veo que lo hagas.

—Queda poco para que reste una semana, ¿Qué más te importa si busco entretenerme?

Salta de la silla al centro de mesa, alzándome del siento con una de las astas estirándose a mis brazos como si fuese muñeco de trapo. 

Para mi suerte, no luce enojado.

Para mi mala suerte, el casino se ha quedado en silencio por los fallos técnicos. Cada que Alastor utiliza sus poderes, libera una onda de sobrecarga eléctrica a todo objeto que la necesite, echando a perder maquinas tragamonedas que me costó trabajo instalar, cuando recién conseguí el casino.

—Ese no es mi problema —dice más tranquilo, devolviéndome al asiento—. Gracias a que has estado caminando sin preocupación, Valentino se ha decidido en contratar a I.M.P para hacerse cargo de ti y de mí. Recientemente escapó Angel del estudio de grabación, que fue la ultima noticia recibida de Vox antes que el canalla decidiese unirse a Valentino. Ah, ahora sí muestras preocupación.

Es miedo, no preocupación.

En el momento en que perdí la conciencia, dejé a Angel con ese desgraciado y no pude hacer nada para salvarlo. Ahora que esta fuera del lugar en el que sabía, podría encontrarlo, la misión de asesinarlo conjunto a la de poder acompañarlo, se conflictúa más si tenemos a Valentino contratando asesinos no solo en mi contra, si no, también para Alastor que ya de por sí, debe de estar más que molesto.

DOMESTICAME - [ HUSKERDUST ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora