Capítulo 56

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- De acuerdo, sólo... cierra tus ojos, prometo que no dolerá - sonrió.

El niño asintió, apretando sus ojos mientras ella introducía la aguja en su delgada piel.

- Yyy, listo, ¡eres un jovencito muy valiente! - rio, poniéndose de pie - ¿Te dolió?

- No - le devolvió la sonrisa - Estoy bien.

- Me alegra oír eso - miró a su madre - Con esto disminuirá la fiebre, ¿tiene la receta que le dio la doctora? - la mujer asintió - Bien, con eso la infección deberá desaparecer en unos días, pero por el momento, es recomendable que permanezca en reposo.

- Muchas gracias, señorita.

- Es un placer, cuídate mucho - le sonrió al niño, mientras se alejaba hacía la zona de turnos.

- Tienes talento con los niños - sonrió Kikyo, imprimiendo unas planillas - Serías una gran madre - bromeó.

- Oye, es demasiado pronto para hablar de eso - rio, apoyándose en el mostrador - Pero si, me agradan mucho los niños, de hecho, tengo planeado pedir que me asignen a la zona de pediatría u obstetricia, cuando por fin me gradué.

- Eso suena genial...

- ¿Tú que zona preferirías?

- Aún no le he pensado... pero supongo que me agrada mucho la zona de internación, no por los pacientes, después de todo, si están allí es en contra de su voluntad, si no, por la manera en la que sonríen al sentir que alguien cuida de ellos.

Wow, eso fue muy profundo.

- Tienes razón - miró hacía abajo - Bueno, supongo que es hora de juntar mis pertenencias... fue un atardecer bastante largo.

- ¿Podrías esperarme? Termino con esto y estaré lista.

- Claro, sólo iré por mis cosas, ¿necesitas que te traiga algo?

- Oh no, tengo mis cosas aquí.

- Bien, regreso en un momento.

Caminó de regreso a la pequeña sala, tomó sus cosas y cuando estaba a punto de salir, su celular comenzó a sonar.

- ¿Hola? - atendió, sin tener idea de quién llamaba.

- ¡Querida! - la voz de Izayoi resonó del otro lado de la línea - Lamento no haberte enviado un mensaje, pero calculé aproximadamente tu horario de salida... espero que no te moleste.

- No... no, para nada - sonrió - De hecho, estoy por salir, pero si no puede venir...

- Oh no, no, no, de hecho, Taisho se encuentra en el auto, sólo quería asegurarme de que estarías esperándonos.

- Se lo agradezco mucho, es muy amable de su parte

- Mi vida, no tienes nada que agradecerme... estaremos allí en unos veinte minutos, ¿si?

- De acuerdo - sonrió, cortando la llamada.

Regresó a la guardia, en donde Kikyo estaba hablando con su relevo.

- Yuca - sonrió - No sabía que vendrías.

- Hola Kagome, si, esta semana me toca de noche - se encogió de hombros - Afortunadamente, estaré aquí... sólo espero que no vengan muchos pacientes.

- Bueno... la noche parece tra...

- ¡No lo digas! - gritó la castaña - Cada vez que alguien dice eso, éste lugar se vuelve un infierno.

- Tienes razón - ambas rieron - De acuerdo, ¿estas lista Kag?

- Si, Kikyo... vamos... nos vemos luego Yuca.

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