- Entonces, ¿están saliendo? - preguntó, bebiendo un sorbo de su cerveza.
- Así es. - sonrió, imitando su acción. - ¿Puedes creerlo?
- ¿Qué te traes entre manos? - entrecerró sus ojos.
- ¿A que te refieres?
- Miroku... te conozco... tú no te enamoras de la nada.
- Inuyasha. - cerró sus ojos, esbozando una sonrisa. - No te pongas celoso, aún tendré tiempo para ti.
- ¡Keh! - desvió la mirada. - No me refiero a eso, idiota.
- Lo se. - rio. - ¿Cómo te lo explico, amigo? Lo que me sucede con Sango es... extraño.
- ¿Extraño por qué jamás lo sentiste?
- Eso mismo... sabía que eras inteligente, mi querido cabecita blanca. - alborotó su cabello.
- ¡Ya déjate de juegos! - quitó su mano de encima. - Sólo asegúrate de no lastimarla.
- No lo haré, ¿por qué no confías en mi?
- Te he visto coquetear con demasiadas mujeres como para creer que te hayas enamorado de la nada.
- Inuyasha. - puso sus ojos en blanco. - No fue de la nada... comenzamos a salir juntos, me gustó su personalidad, me... sentí cómodo a su lado y, poco a poco le fui tomando cariño.
- ¿Ya tuvieron sexo?
- El mejor de mi vida.
- Listo, ahora si creo que te enamoraste.
- Oye...
Antes de que pudiese continuar, el celular del peliplata comenzó a sonar.
- Sesshomaru. - respondió.
- ¿Dónde estás?
- En el parque de las ánimas, ¿por qué?
- Necesito que vayas a la dirección que te enviaré por mensaje, ahora.
- ¿Y quién te dijo que no estoy ocupado?
- No me interesa, te veré allá en veinte minutos.
- No eres mi jefe...
- ¿Para que te quejas si irás de todos modos? Madura de una vez. - cortó sin más.
- ¡Argh! Maldito idiota.
- Ahhh, el amor de hermanos, no hay nada mejor que un vínculo lleno de cariño y armonía.
- ¿Quieres callarte? - miró la pantalla de su móvil, en donde apareció el mensaje del peliplata, indicándole el lugar exacto. - ¿Conoces esta calle?
- A ver... - tomó el aparato. - Bueno... si, de hecho, es cerca de la casa de Sango.
- Genial, entonces tú me indicarás el camino.
- ¿Qué no tienes el GPS para eso?
- ¿Tienes algo mejor que hacer? - se puso de pie.
- No en realidad, pero no quiero que tu hermano me asesine con la mirada.
- Miroku... ¿Qué te ha hecho pensar que eres tan importante para él? - volteó, comenzando a caminar.
- ¿Sabes una cosa? Eres bastante molesto cuando te lo propones. - se puso de pie, siguiéndolo.
Mientras tanto, Kagome y Sango se encontraban rumbo a la casa del anciano Myoga.
- ¿Segura que no lo molestaremos?
ESTÁS LEYENDO
Desconocida
RomanceUna dulce e inolvidable fragancia fue la encargada de grabar en su mente a aquella misteriosa desconocida. Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Rumiko Takahashi. Los personajes OC fueron creados para este fanfic. Esta historia es NO ofic...