Parte sin título 20

98 9 2
                                    

Imagina que estás en el último tiro... todo depende de ti, si logras el blanco... seremos campeonas... depende de ti.

Lanzó la flecha, la cual impactó al costado del centro, provocando que frunciera el entrecejo, en señal de frustración.

- Tranquila, Kagome - se acercó la capitana - Lograste un muy buen puntaje.

- Lo se, pero... si el otro equipo tiene una excelente tarde, no seria suficiente.

- Entiendo, pero... si te concentras en el otro equipo, perderás la visión sobre tu trabajo, concéntrate en ti misma.

- Lo haré.

Kikyo tomó posición, lanzando la flecha, dando en el centro.

- La única manera en que ganemos, seria si Kikyo lanza de esa manera durante toda la competencia - se acercó Yuca - Las demás no somos tan buenas.

- Habla por ti - Ayumi se posicionó a su lado, lanzando otra arma, dando en el blanco de la diana - La que no quiso practicar mucho, fuiste tu

- Ayumi - murmuró Kagome, sorprendida y feliz - Es la primera vez...

- Lo sé - sonrió - Estuve practicando en casa.

En ese momento, otras jóvenes ingresaron a la pista.

- Bien chicas, es hora de dejar los arcos.

Se acercaron a las gradas, mientras saludaban cordialmente a las demás, tomando sus pertenecías y saliendo del lugar.

- Lo más importante - pronunció Kikyo, mientras llegaban a la salida del centro - Es que estén tranquilas y, en lo posible, descansadas - las miró, sonriendo - Y no se preocupen, si perdemos, al menos, nos habremos divertido.

- Tienes razón, Kik - intervino Eri - Pero, para ser sincera, me gustaría ganar, al menos una vez.

- Yo creo que, con Kag en el equipo, este año tenemos más posibilidades.

- ¿He? - se sorprendió - ¿Por qué lo dices, Ayumi?

- Porque eres la que más se acerca a Kikyo de todas nosotras - pronunció con honestidad - Tu manera de jugar puede hacer la diferencia.

- Opino lo mismo - acotó Kikyo, mirando su celular - Debo irme chicas, las veré mañana temprano, ¿de acuerdo?

Se despidieron de ella y de Kagome, quién decidió continuar su camino en soledad, ya que no era demasiado cercana al pequeño grupo, salvo por Ayumi.

Llegó a la estación, subiendo al tren y sentándose, suspirando para sus adentros, imaginando todos los posibles escenarios de la competencia. Era su primer año en el equipo y deseaba causar una buena impresión, además, se había esforzado mucho durante el año, delegando inclusive sus estudios, los cuales habían sido siempre su prioridad.

Descendió, caminando entre la gente, hasta llegar al templo, en donde se encontró con su prima barriendo el frente de la tienda.

- ¿Rin? - se sorprendió - ¿Qué haces aquí?

- ¿Cómo que qué hago? - sonrió, apoyando su brazo en la escoba - Vine a ayudar al abuelo.

- Pero, ¿no comenzabas a trabajar hoy?

- Si, así es, pero... salí temprano - se encogió de hombros - Y sé que tú tienes que descansar hasta mañana.

- ¿Irás a verme?

- Sólo si el señor Sesshomaru me deja salir antes de nuevo.

- ¿No ibas a trabajar con su pareja?

- Es una larga historia - suspiró.

DesconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora