Capítulo 58

48 10 2
                                    

- Te mataré si se dio cuenta - le lanzó una mirada fatal, mientras servía el café en su taza.

- Pero lo disfrutaste - guiñó su ojo - De hecho... tal vez haya tiempo para uno más...

- Ni lo sueñes - lo apuntó con el dedo - Lo último que deseo, es que lleguen y nos encuentren.

- ¿Qué pasa pequeña? - dejó su taza sobre la mesada, acercándose - ¿Ya no me deseas?

- No digas tonterías - suspiró, dándole la espalda - Sólo... no quiero más inconvenientes.

- ¿Me estas diciendo inconveniente - se posicionó detrás de ella, besando su cuello.

- Tonto - sonrió, acariciando su cabello.

Volteó, besándolo mientras sus brazos rodeaban su cuello y él la tomaba por la cintura.

- Lo siento - murmuró, apoyando su nariz sobre la de él - Lo siento si no te respondo de buena manera.

- No te preocupes - sonrió, volviendo a besarla - Estamos pasando por una situación demasiado estresante... no sería extraño si tenemos discusiones.

- Lo se, pero... espero que podamos mantenernos juntos.

Frunció el ceño ante su comentario.

- ¿Qué quieres decir?

- Bueno... a veces, cuando me molesto, puedo ser... un poco intensa - sonrió, avergonzada - Y... no quisiera... que te canses de mi.

- ¿Estas escuchando lo que dices? - la tomó de la barbilla, provocando que lo mirara - Kag, te amo, ¿por qué me cansaría de ti?

- No lo se... supongo, que no quiero que todo esto pueda separarnos...

- Oye - la abrazo - Tranquila... no me apartaré de ti, no importa todo lo que pueda suceder.

- Gracias - sonrió, cerrando sus ojos.

El portero del departamento sonó, provocando que él soltara un bufido.

- ¿Son ellos? - preguntó ella.

- Seguramente - caminó hacía la entrada, abriendo la puerta - Oye, ¿Qué hacen aquí?

- Buen día coqueto - sonrió - Espero que no hayamos llegado en un mal momento.

- ¿Sango? - sonrió al verlos ingresar.

- ¡Kag! - corrió a abrazarla - ¿Cómo has estado?

- Ya te extrañaba - sonrió, cerrando sus ojos - ¿Por qué no me habías escrito?

- Oye tú también podías hablar...

- Lo se, lo siento... ¿quieren un café?

- No se preocupe. señorita Kagome - sonrió, sentándose en el sofá.

- Oh, yo te ayudaré - intervino la castaña.

Los jóvenes se posicionaron en el asiento, mientras las chicas comenzaban a preparar las bebidas.

- ¿Qué hacen juntos? - murmuró Kagome.

- Bueno... es una larga historia - respondió en el mismo tono.

Inicio del flashback.

El sonido del timbre lo sorprendió, después de todo, no esperaba visitas, mucho menos luego del día que había tenido, en donde no quería ver a nadie. Abrió la puerta, sorprendiéndose gratamente.

- Sango - sonrió - ¿Qué haces aquí?

- Bueno... yo... - titubeó.

Yo no podía aguantar las ganas de verlo.

DesconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora