-¿No podrías haber traído un talle más? -preguntó Venecia mientras entraba de nuevo al salón luego ir a ponerse el traje que trajo Jack, se estaba jalando hacia abajo el diminuto vestido con el delantal del mismo tamaño encima.
-¿Por qué? Es evidente que ese es tu talle. -respondió él señalándola de arriba abajo.
-¿No quieres agregar labial rojo también? La idea es salvar a la niña, no que yo también caiga como víctima.
-Descuida, estarás bien. -afirmó Jack poniéndole una mano en el hombro. William estaba detrás, con los brazos cruzados, observándola como a una joya inalcanzable, y eso era justo lo que parecía.
-No creo que esto me vaya bien Jack. -dijo mirándose.
-¿Por qué? Es traje de atorrante que queda a la perfección. -comentó Hayley desde la puerta. Venecia la fulminó con la mirada.
-¿Cómo era? La envidia mató al gato ¿o la curiosidad? -respondió mirando a Jack.
-Creo que la curiosidad. -respondió él levándose la mano a la barbilla.
-Lo siento… no podremos traerte un disfraz de gato. -dijo Venecia, esta vez a Hayley. Esta se acercó a toda prisa sin apartar los ojos de Venecia. William miró de una a una rápidamente, corrió hacia ellas y se puso en el medio.
Es suficiente. -dijo sin mirar a nadie.
Venecia chasqueo la lengua y se dió la vuelta.
-¿Esta es la casa? -dijo quedándose quieta.
-Si. Si no estas lista, podemos idear otra cosa. -dijo apoyándole una mano en el hombro. Ella ya había aprendido de la última vez. Ella sería el arma, no la víctima.
-Estoy lista.
La casa era enorme, de ladrillo viejo y techo empinado. No tenía ni una sola ventana abierta.
-¿Y los demás?
-Blake, Matt y Noah se encargan de la mucama. -respondió Ronnie. Venecia sintió como le empezaba a bajar la presión y nublar la vista, respiró profundo y ocultó sus sentimientos en un cofre bajo llave.
-Estaremos aquí. - le susurró William.
Ella hizo que no lo escuchó y camino hacia la puerta negra. Tocó timbre y esperó.
-¿Si? -respondió un viejo de mala cara cuando abrió la puerta. Ella tragó saliva e inspiró aire.
-Hola, soy el reemplazo de su mucama.
Él hombre la miró de arriba abajo, ella puso una pequeña sonrisa, como intentó de seducción.
-¿A sí? -dijo en un tono que a Venecia le puso los pelos de punta.
-Si.
-Pasa. -dijo este corriéndose de la puerta, pero sin apartar los ojos de ella.
¿Cómo te llamas, linda? - preguntó mientras cerraba la puerta.
Desde unos metros atrás, a William le salían los ojos cuando vio al depravado mirándola de esa forma.
-Vamos. -gruñó.
-William. -dijo Jack tomándolo del brazo. -No podemos.
-¿Y si le pasa algo como la última vez? -preguntó él, mirando a Jack con los ojos bien abiertos.
-Es más fuerte de lo que crees. -dijo Ronnie.
William suspiró, pero no se quejó.
ESTÁS LEYENDO
Reino De Plata
FantasyUna chica de un mundo desconocido se mezcla con el mundo real, con el trabajo de buscar venganza y justicia, ademas de exterminar lo que no pertenece en este. Un grupo de chicos del mundo real se ganan la vida trabajando como mafiosos cazando crimin...