Reino De Plata

Capitulo 25

 Cuarto día, Blake.  

-¿Para qué querrá tanto dinero? -dijo Nina con la voz temblorosa. 

-No lo sabemos. Solo lo vimos. -contestó Jack.

-Tal vez quiera pagar una nueva familia. -dijo William con voz afilada como una espada. 

Familia. Blake nunca conoció el significado de esa palabra ¿Padres?  

Decidieron que él no formaba parte de su familia al nacer. ¿La adoptiva? 

Su querido hermanastro casi lo mata. El término “Familia” le hizo reír.  

-Tal vez sea cierto, querrá expandir su querida familia. -dijo en tono firme.                           -Él no sabe lo que es una familia. -se burló William sin quitar la vista del plano de la mansión de Jorda que habían impreso y colocado sobre el pequeño escenario. Tenía una postura rígida y autoritaria, y sus ojos estaban tan fijos en ese papel que parecía que se memorizaba cada centímetro de ella. 

-Vamos a darle una linda bienvenida a los nuevos miembros en ese caso. -dijo Blake con una sonrisa. 

- ¿Por qué tan sádico? -preguntó Matt. 

-No soy fanático de las familias nuevas. 

-Auch, creí que nosotros éramos tu familia desde hace… no se ¿cinco años? -se quejó Jack fingiendo ofenderse. 

-Claro, lo son. -respondió sin importancia. Aunque era cierto, desde que Charlie lo salvó de que su hermanastro lo matara, y lo llevó hacia el hotel ofreciéndole todo lo que no tuvo, esos cuatro chicos se convirtieron en su familia, cinco cuando apareció William un año después. 

-Dejen el sentimentalismo para después. -comenzó Will. -un mal paso y todo saldrá mal, o cualquiera de nosotros cae. 

-No seas tan pesimista. -exclamó Nina. 

-Nunca te vi así con ningún otro. -dijo Noah con los ojos entrecerrados. 

-Él no es como ningún otro. -murmuró Will sin apartar la vista del mapa.                           

-Es cierto. -respondió Blake. -hay que terminar su imperio, y hay que hacerlo ahora. 

-Entradas. -dijo Noah apuntando a Will. 

Él asintió rápidamente. 

-No podremos entrar por la puerta principal, van a reconocernos.                          Pero si no lo hacemos, en la lista aparecerán ocho personas menos. -dijo Nina.  -Aquí, todos entran de a grupos, y luego de unas horas, hasta la seguridad esta sobrepasada de alcohol. Esto no es la nobleza. 

-  ¿Por dónde entramos? 

-Por las ventanas de aquí. -dijo apuntando a una ventana del primer piso. -pero no podremos entrar todos por la misma, sería muy llamativo. -agregó. 

-  ¿Y qué propones? -preguntó Blake con el ceño fruncido. 

-Algunos entraremos por ésta. -dijo con el dedo en el mismo sitio. -aquí hay un corredor que va a unas escaleras del área de servicio, y claro, una ventana. -se irguió, entrecerró los ojos y continuo. -unos minutos después, otros entrarán por aquí. -dijo corriendo el dedo a la otra punta, en el segundo piso. -esta ventana está en el pasillo de las habitaciones, nadie tendría permitido ir ahí. 

-Excepto los propietarios de las habitaciones. -dijo Jack. 

-Es un riesgo que hay que correr. 

-  ¿Bien, como sabremos cuando entrar? 

-No te adelantes querida Nina, primero, hay que sacar de la carrera las ocho personas a las que le quitaremos el lugar. 

-Ya tengo la lista. -afirmó Blake. 

-  ¿Y en qué momento lo haremos? No sabemos cuándo aparecerán, o si lo harán. dijo Matt. 

-Hay que conocer al oponente, saber cuándo, cómo y dónde se mueve, para así, tener el momento justo de atacar. 

Will asintió con una pequeña sonrisa. 

Blake sabía bien lo que decía, cuando juntó valor para huir de su familia adoptiva, tenía que ver en qué momento ninguno estaría observándolo. Cada día a cada hora, su padrastro, madrastra o hermanastro lo observaban para evitar dejarlo vivir, Blake era como una mascota de diversión para esa casa. 

-Bien, preocupémonos por el primer paso, luego veremos el segundo. 

-No. hay que planear todo desde un principio. -dijo William secamente. 

Suspiró. 

-Bien, continúa. -dijo Blake. 

-No. -cortó Will, hizo una larga pausa mientras observaba el mapa antes de seguir.

-preocúpense por el paso uno, y por el acertijo. 

- ¿Qué acertijo? -preguntó Ronnie frunciendo el ceño. Will suspiró y apartó la vista. 

-Si seremos ocho o siete. -dijo en voz baja. 

A Blake no se le pasó por alto la mirada compasiva de Nina, era la única que lo miraba así, creía que la única quien tenía esperanza en el frio corazón de Will. Pero Blake lo conocía bien, sabía que cargaba con la culpa de que ella no volviera. 

Él mismo había llegado a tenerle cariño a esa chica, incluso había sentido un flechazo a primera vista, uno que desapareció tan rápido como llegó cuando notó que era la emoción de una chica entre ellos. Tantos hombres le recordaban a su hermano, aquel que era solo dos años mayor, aquel que lo odiaba. Blake estuvo toda su vida, intentando no complacer a sus padres, eso le dejo de importar a los ocho años cuando lo humillaron en la escuela. 

Él siempre quiso hacer que Ibvan lo apreciara. Pero no lo logró. En lugar de eso, su mera existencia lo enfurecía cada día, y cuando Blake se dispuso a huir, apuntó en su mente cada movimiento que todos hacían, cuando forzó la cerradura y salió, se dió cuenta que juzgo mal a uno de ellos. Ibvan lo perseguía en silencio con un arma en la mano, Blake en ese momento no sabía defensa, ni nada que le pudiera servir, pero Charlie si, él sí sabía, apareció justo a tiempo y cuando Blake volteó, su hermanastro estaba tumbado inconsciente en el suelo.