Capitulo 35

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Terminar preso no entraba en los planes de Will cuando se le ocurrió empezar su venganza contra su padre, claro que la idea del riesgo le daba más incentivo a la tarea. Lo que no le divertía de la situación era la mirada de decepción que le había lanzado Venecia, aunque ahora ni siquiera lo miraba, no sabía que era peor.

-No pueden arrestar a nadie solo porque él crea que fue Will. -señalo Nina, un poco más confiada que antes.

Los policías bailaron y se miraron entre sí.

-¿Dónde está Charlie? -susurró Jack.

-No lo necesito. -contestó Will molesto. No era un niño, no necesitaba que limpien su desastre.

-No puedes acusarme de que te haya robado, padre. -remarcó lentamente la última palabra mientras sonreía alegremente.

-¿Padre? -preguntó uno de los policías alzando una ceja. El otro soltó un bufido molesto. Para Will eran igual que esos buenos para nada de las caricaturas, uno alto y de cabello negro, y el otro bajo y calvo, hizo todo su esfuerzo para no reírse de ellos.

-Esto es solo un pleito de padre e hijo rebelde. -dijo el policía alto lentamente sin una pisca de diversión en su voz.                                                                                            -¡No! ¡Claro que no! él me robo unas piedras muy valiosas. -explicó mientras lo señalaba con un dedo acusatorio.

Ambos policías suspiraron.

-¿Tiene pruebas?

-No, pero...

-Entonces no puede acusar a su propio hijo.

-Él no es mi hijo, es mi hijastro. -dijo Jorda con los dientes apretados. -Tal vez debamos investigarlos a ambos. -respondió el policía mientras anotaba en una libreta pequeña.

Joda palideció al mismo tiempo que William sonreía ampliamente, giró instintivamente su cabeza hacia Venecia, pero ella ya no se hallaba ahí, él ni siquiera se había dado cuenta de que se había ido. Gran parte de la diversión y su sonrisa de desvaneció al tiempo que volvía a ver a los policías.

-Si, padre -empezó lentamente. -que nos investiguen.

Jorda inhaló profundamente antes de contestar.

-No es necesario policías, esto fue un error.

-Sin duda… -murmuró uno de ellos al tiempo que se daba la vuelta y se alejaba junto con su compañero.

-Voy a matarte. -murmuró Jorda con un dedo en alto. 

-Te esperaré. -respondió Will mientras cerraba fuertemente la puerta que los dividía.

-  ¿Te has vuelto loco? -preguntó Blake con un noto calmo, pero con una mirada furiosa.

-  ¿Por qué? No hay pruebas de nada. -respondió Will mientras pasaba por al lado de sus compañeros.

-Tal vez, pero todos vivimos aquí William, esto podría ser peligroso. -le gritó Nina.

-¿A caso quieres quedarte aquí encerrada esperando a que ataquen? -preguntó seriamente a mitad de escalera.

Nina no respondió.

  

William se dirigió hasta su habitación, pero su inconciencia lo llevo a la puerta de Venecia, tocó un par de veces y entró sin esperar.

-Eres un idiota. -dijo ella con la voz sin sentimiento y sin mirarlo. Estaba sentada en la punta de su cama con la libreta con un lápiz en la mano. Sus bucles negros caían sobre su espalda, sus ojos estaban centellantes demostrando un claro enojo, Will no pudo evitar correr la mirada lentamente hasta el resto de su cuerpo. Se había cambiado, y ahora llevaba un vestido azul oscuro que contrastaba a la perfección con su piel pálida. El tono de voz de Will sonó muy diferente a comparación con lo que sentía en ese momento.

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