Reino De Plata

Capitulo 12

-Charlie reservó el vuelo para nosotros seis. -Afirmó Blake mientras guardaba su teléfono en el bolsillo trasero de sus pantalones negros.

Charlie era la mano derecha de Aurora, quien solía encargarse de los viajas y demás cosas. Todos le tenían confianza.

-¿Seis? ¿Y Venecia? -saltó William. Todos estaban acostumbrados a que la Jefa viajase antes que ellos.

-Se fue con Aurora. -dijo Blake.

-¿Estás seguro? -Will intentó que la ansiedad no se le notara en la voz, lo que fue imposible, todos se conocían más de lo que quisieran admitir.

-Me lo dijo ella misma.

-¿Aurora?

-Venecia. ¿Qué tienes William?

-Nada. -William no podía quitarse de la cabeza la suave voz de Venecia cuando le dijo que también pensaba en él.

-Vámonos, ¿ya está todo? -preguntó Jack.

-Si. -Dijeron todos, con una notable duda en su voz.

-Relájate William, debe estar contactando a sus amiguitos italianos. -dijo Ronnie con una sonrisa maligna.

-Ya vámonos. -intervino Jack poniendo los ojos en blanco.

-Charlie. -dijo Blake mientras le estrechaba la mano al señor alto y de aspecto aterrador que estaba junto a un auto negro.

-Aquí están niños. -dijo él con una gran sonrisa.

-Ya estamos grandes para el “niños” ¿no crees Charlie? -acotó Will.

- ¿Con ustedes? No.

Todos rieron mientras entraban en el auto. Charlie parecía el típico asesino en serie de película, pero no lo era, para ellos, era la imagen viva de un tío que los cuidaba, tenía unos años más que ellos, sin llegar a ser un viejo.

Will se preguntó porque estaba aparte en vez de en el equipo con ellos.

La pista estaba haldada y despejada, a lo lejos se veía un avión pequeño y blanco con un guardia esperando junto a una escalera. Eran vándalos con clase.

El avión era uno pequeño, aunque más grande de lo que le pareció de lejos, de una cara compañía que manejaba la familia de Aurora.

Los seis se sentaron en los asientos de a dos, y William en uno solitario al lado de una ventana, mientras los demás reían y tomaban, él cerró los ojos en un intento de aclarar sus ideas.

-Wiiiiliaaam.

-Wiiiliaaam. -repitió.

-  ¿Qué? -se quejó bruscamente.

-Llegamos. -dijo Jack.

-Acabamos de entrar, ¿de qué hablas?

-Hermano, dormiste todo el viaje.

William cerro los ojos y se los frotó con los dedos.

-  ¿Acaso duermes últimamente? -agregó frunciendo el sueño.

-No tanto. -gruño Will.

-  ¿Por qué?

-Tengo algunas ideas. -intervino Ronnie.

-Ya. Salgan. -dijo Charlie.

-  ¿Iremos a un Hotel? -preguntó Blake.

-No, a una casa. Una gran casa. -dijo Charlie mientras dejaban el avión y