Jack esperaba ansioso cruzado de brazos a una esquina del salón donde Venecia intentaba defensa con Ronnie, su mente estaba lejos de la realidad
pensando todas las cosas que debía aprender a ver distintas en el mundo que lo rodeaba, él creía que ella era diferente a todas las demás que conocía, pero nunca que vendría con una nueva forma de ver las personas. Cuando era niño solía imaginas historias de personas con poderes y que su madre volvería como un ángel y se lo llevara del orfanato. Claro, esas ideas se fueron cuando lo adopto la primera familia.
- ¿Terminaron? -dijo con voz ronca después de unos minutos.
-Si. -respondió Venecia acercándose -¿estás bien? -preguntó.
-Claro. -mintió Jack.
- ¿Hablaste con Nina? - susurró.
Jack sonrió ante el recuerdo de horas antes.
- ¿La enviaste tú? -preguntó levantando una ceja.
-No, claro que no. -respondió poniéndose tensa. -¿Qué ocurrió?
La sonrisa de Jack se intensificó. Nina había ido a buscarlo, no recordaba ni la mitad de las cosas que decía, solo admiraba cada centímetro de ella, cada centímetro que le dio la alegría la primera vez que la conoció, la alegría que nadie le había dado antes. Ella terminó de hablar y Jack la tomó por las mejillas con ambas manos y la besó lentamente, apreciando la suavidad de sus labios, hundiendo la mano en sus risos, aquellos que lo hacían bailar como si la realidad de su pasado nunca hubiera existido.
-Nada interesante. -respondió con una sonrisa pícara.
-Espero que estén listos. -dijo Aurora mientras entraba.
- ¿Para qué? -preguntó Ronnie.
-Una mascarada. - respondió ella con una mirada afilada. Una que usaba solo cuando algo le disgustaba demasiado algo.
- ¿Qué ocurre? -preguntó William entrando detrás de ella.
-Una verdadera mafia. -respondió Aurora en un susurro.
-Fingiré que eso no me ofendió. -se quejó Jack.
-Un hombre, Jorda Indalehci, está en la ciudad.
Jack no pasó por alto el modo brusco en que Will alzó la cabeza para ver a Aurora con ojos más severos que los que ella tenía en ese momento.
- ¿De nuevo? - inquirió Noah poniéndose rígido.
- ¿Cómo que de nuevo? -preguntó Venecia frunciendo el ceño.
-Ya lo hemos visto una vez, uno de sus colegas quiso abusar de una chica. -respondió William sin mirarla.
- ¿Y cómo saben que fue él?
-Porque limpio todo, haciendo que no queden rastros de nada. -dijo Blake. Tenía la corona de sus ojos castaños demasiado finos, ahogados por el negro de sus pupilas dilatadas, y el rostro firme, tanto que parecía que le iba a salir la mandíbula.
- ¿Qué hace ese Indalehci? -preguntó Venecia con un tono más serio.
-Trafica personas. -respondió Aurora.
Venecia se enderezó rápidamente y su corazón empezó a latir con más intensidad.
-Vamos a por él. -dijo apretando fuertemente el mango de la daga que tenía al costado del cuerpo.
-No es tan fácil. -contestó Jack cansado. –es millonario, es jefe de una compañía de tabaco demasiado importante, es intocable.
-Nadie es intocable, cariño. -respondió ella.
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Reino De Plata
FantasyUna chica de un mundo desconocido se mezcla con el mundo real, con el trabajo de buscar venganza y justicia, ademas de exterminar lo que no pertenece en este. Un grupo de chicos del mundo real se ganan la vida trabajando como mafiosos cazando crimin...