Venecia tomó instintivamente el brazo de Will mientras se daba la vuelta y buscaba a Inadalehci.
No estaba.
Ambos caminaron hacia Ronnie que se habría paso entre la gente.
-Debemos salir de aquí.
Ella asintió. William se soltó de su mano y la miró con ojos fríos.
-No me esconderé de nadie.
-Will, no es momento para sacar tu lado suicida.
-Lo dejó claro. Vivo porque él así lo quiere. ¿Qué pretendes que haga? ¿Que corra y me esconda para que no me asesine?
-Si.
Will la miró con decepción. Ella sintió como su corazón se comprimía mientras al mismo tiempo latía a toda velocidad.
-Will…
Se cayó de golpe cuando sintió que todo a su alrededor se apagaba. Comenzó a mirar lentamente y soltó un grito.
Todos y cada uno de los presentes tenía dos cuencas vacías en lugar de sus ojos. Las luces del salón hacían contraste con la sombra que los envolvían. Se sentía perdida en el universo.
Will la tomó por la muñeca y echó a correr con Ronnie pisándole los talones.
- ¿Noah?
-Estamos dentro de la sala de música. Estamos esperando, lo que sea.
-Están todos poseídos y mi padre está aquí.
Silencio.
-Vengan por el pasillo a la izquierda.
-En eso estamos.
Will y Ronnie se abrieron camino apuntando a cualquiera que se cruzara con sus armas.
Ninguno iba a atacar, ninguno estaba armado.
Salieron del salón por un pasillo blanco con carteles de distintos colores y tamaños.
Venecia no tuvo tiempo para maravillarse por algo que en algún momento soñó con conocer.
Will abrió una puerta y entró. La luz se prendió un segundo después.
Noah y Matt estaban en medio. Armas en mano.
La sala era gigante, tenía perfectamente acomodados los instrumentos en una esquina, con un escenario en la parte trasera. Una cortina de terciopelo rojo adornaba la pared detrás.
- ¿Qué demonios ocurrió?
-Justamente eso. Demonios. -dijo Will mientras se adentraba a la sala.
-Por dios -murmuró Venecia.
-Por dios, por los santos, por mi si quieres. -exclamó Will mientras la escrutaba con los ojos.
-No seas idiota William.
-Es suficiente. -dijo Blake. -si todos esos universitarios no están aquí ahora, es por una razón.
-Fue una trampa. -admitió Venecia.
- ¿Nina? -Blake puso una mano en su oreja y frunció el ceño. -No responde.
Jack tardó demasiado en examinar la situación. El sujeto al que apuntaba le arrebató la daga y le pasó el brazo por el cuello, apretándolo con fuerza.
El lobo seguía en el suelo, Nina había tomado el arma de Jack y estaba apuntando al hombre que lo asfixiaba lentamente.
-Bájala cariño -dijo una voz en la multitud. Una grave y masculina, ellos no sabían de quien venía, todos parecían uno, las mismas expresiones, miradas, hasta su forma de erguirse. Era desconcertante.
ESTÁS LEYENDO
Reino De Plata
FantasyUna chica de un mundo desconocido se mezcla con el mundo real, con el trabajo de buscar venganza y justicia, ademas de exterminar lo que no pertenece en este. Un grupo de chicos del mundo real se ganan la vida trabajando como mafiosos cazando crimin...