SAKURA

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No sé cuánto tiempo había pasado desde que me secuestraron, había perdido la noción del tiempo, entre medio dormir por los efectos del veneno, la fiebre y la poca capacidad para pensar que me quedaba había olvidado que con el Byakugou podría ayudarme a salir de donde quiera que estuviese, así que puse manos a la obra, no iba a morir sin dar pelea.
Me concentré lo mejor que pude y lo activé, sentía el chackra corriendo por mi cuerpo, pero se sentía extraño, seguro es por el veneno, pero no me importaba el dolor, solo quería salir de ahí e ir a casa; en cuanto el hombre entró en ese cuarto oscuro lo primero que hice fue abalanzarme sobre él y noquearlo, Él de forma inmediata me esquivó, sin duda era una ninja, golpe tras golpe lograba esquivarlo, pero los daños que sufría la estructura eran enormes, seguramente habría un derrumbe muy pronto, logre aventarle un buen golpe en el brazo izquierdo haciendo que gritara muy fuerte, así que aproveché para salir de ahí, estando fuera de ese cuarto solo había luz de uñas antorchas, sin duda estaba bajo tierra, lo único que pude hacer es tratar de correr siguiendo el camino de antorchas y rogar por no quedar bajo escombros.
Caminaba con dificultad, el veneno seguía corriendo por mi sistema, entre más me movía más sentía que se impregnaba en mi, como si me estuvieran quemando por dentro, después de un rato vi una luz al fondo, había llegado a la salida, estaba a salvo, me apresuré a salir y cuando estaba por llegar me jalaron por detrás, era el ninja secuestrador, me solté de su agarre lo más rápido que pude y corrí nuevamente a la salida, a llegar ahí respiré el aire fresco, aunque caliente como es Suna, pero al menos ya no estaba bajo tierra, pero ¿dónde estaba?, acaso... ¿estábamos en medio del desierto?, ¡No, no, no, no puede ser! ante tales circunstancias lo que me esperaba era una muerte lenta y segura, tenía que salir de ahí lo más pronto posible  para hacer un antídoto, no estoy lista para morir... aún... aún tengo que... estaba balbuceando un poco cuando  el ninja me alcanzó, estuvimos peleando lo que sentí como una eternidad, ya que cada golpe que daba, me dolía demasiado, no sé cuánto más podré aguantar - pensé, atiné un último golpe en el suelo arenoso y hubo una gran explosión, sin duda ese refugio o lo que haya sido dónde me tenían secuestrada colapsó alzando una enorme cantidad de arena, tal vez eso alertara a alguien para que pudieran auxiliarme, era mi última esperanza.
Mientras el polvo de la explosión aún estaba en su máximo, aproveché para salir de ahí, no sé cuánto tiempo estuve caminando ni en qué dirección, pero mi cuerpo no lo soportó más, me desmayé... - Kakashi... fue el último pensamiento que se instaló en mi mente antes de sumergirme en un profundo sueño del que no sabía si iba a despertar.

Eclipse Rosa 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora