14. ꜱɪ ʟᴏ ꜱᴏɴ

1.3K 211 22
                                    

Narradora.

DÍAS HABÍAN PASADO DESDE AQUEL DÍA DONDE SAMANTHA SINTIÓ CELOS, aún no entendía porque sentía los celos, pero le molestaba tanto que Lu estuviera cerca de Roier.

Le molestaba mucho.

— Ash.— Sam rodó los ojos molesta, de nuevo, Lu y Roier entraron juntos a la casa de Ama.

— ¿Que?— Osvaldo preguntó.— ¿Que pasa?

— Roier. Roier es lo que pasa.— Respondió.— De nuevo vienen juntos Osvaldo.

— ¿Y que tiene?— El de lentes preguntó.

— ¿Como que que tiene?— Cuestionó molesta.— Solo han estado juntos, ella no me busca.— Respondió.

— No seas celosa Samantha.— Osvaldo se burló.— Solo están hablando, nada más.

— No son celos.— Sam se defendió.

— Si. Si lo son, no intentes mentirme.

— Bueno, si, si lo son, ¿y que?— Preguntó enojada.— Odio verla cerca de él, como se ríen juntos.

— Quien te viera Rivers.— Osvaldo habló.

— Mira, mejor ayúdame, llévate al Roier lejos de Lu y yo me pongo hablar con ella.— Samantha propuso y Osvaldo soltó una risa burlona.— Pero rápido pue.

— Ya, ya voy.— Hablo levantándose.

Se llevó a Roier al jardín, y Samantha se acercó a Luna.

— ¿Que haces?— Preguntó cerca de ella.

— Tragando.— Hablo señalando su comida, con la boca llena.

Sam rio negando.

— ¿Quiere?— Preguntó.

La miró unos segundos, hasta que Lu agarró la mitad de su hamburguesa y se la dio a Sam.

— No me molesta compartirle, bueno, si es a usted no me molesta.— Luna habló.— Y eso que, ¿él no vino?— Preguntó refiriéndose a Bryan.

— No lo sé, creo que salió con sus amigos.— Samantha respondió.— Está muy buena.

— Gracias, la hamburguesa también.— Lu bromeó.

Samantha la miró confundida.

Lu negó sonriendo y siguieron comiendo, mientras hablaban.

Después de uno rato más, se pusieron a jugar con alcohol, bueno, no así literal, si no que hacían juegos y si no lo hacían, tomaban.

— Bueno, Luna Guarnizo.— Osvaldo habló dado misterio.— ¿Te gusta alguien de aquí?— Preguntó.

Luna cerró sus ojos y Samantha la miró atentamente.

— Recuerda que si no respondes, te tocaría trago.— Osvaldo señaló.

— Elijo... el trago.— Luna susurró.

Samantha, suspiró.

Osvaldo rodó los ojos, no salió como él quería.

Lu bebió todo el trago.

— Sabe horrible.— Murmuró.— Bueno, síganle.




























Días después.


























Luna se encontraba en su casa, se sentía mal, tenía fiebre, le dolía mucho la garganta y la cabeza.

ɢɪʀʟs ɪɴ ʟᴏᴠᴇ - ʀɪᴠᴇʀs_ɢɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora