ɢɪʀʟs ɪɴ ʟᴏᴠᴇ - ʀɪᴠᴇʀs_ɢɢ

17. ᴀ ꜱᴜꜱ ᴘɪᴇꜱ

Luna 📍

Estaba abrazando a Samy, siempre me buscaba para que la abrazara o que le haga cariñitos, cosa que no me molesta, también muchas veces soy yo la que la busca para abrazarla.

— Me siento tan segura contigo.— Murmuró.

Sonreí, estaba logrando mi cometido, que se sintiera segura conmigo.

— Lo sé.— Respondí y sonrió.

— ¿Por qué lo sabes? — Preguntó.

— Cuando le hago cariñitos y estamos en el sofá, casi siempre se queda dormida Sam.— Respondí.— Eso, significa que se siente segura conmigo.

Sonrió nuevamente.

— ¿Por qué me tratas de usted?— Preguntó.

— Es, costumbre creo.— Respondí.— ¿Le molesta?— Pregunté y negó.

— No, pero también me gustaría que me trataras de tu, ¿sabes?— Hablo.— Solo si quieres, no te estoy obligando.— Le di un beso para callarla.

— Puedo tratarla de Usted, Tu, mi amor, bonita.— Hablé y sus mejillas se tornaron en un color carmesí.— Ay tan bonita.— Hablé acunando su cara en mis manos.

— No me digas así que me sonrojo.— Hablo y reí.

— ¿Como? ¿Mi amor?— Pregunté y se sonrojó más.

Negué sonriendo.

— Quiero decírselo cuando usted esté segura, no quiero que se sienta incómoda.— Hablé.— Puedo, ¿hacer una pregunta?

— Claro.

— ¿Le incómoda que la bese?— Pregunté, e iba hablar pero la interrumpí.— Es que, me dijo que no se había besado con alguien más.— Hablé.— Y que yo fui su primer beso.— Dije con orgullo.— Así que le incóm...

Me beso para callarme.

— No me copié.— Hablé y rio.

— Me gusta cuando me besas Lu, y si, sé que dije que eras mi primer beso, es verdad pero, me gusta cuando lo haces.— Respondió.

Volví abrazarla, ella dejaba que yo la abrazara, había escuchado que odiaba el contacto físico, pero, me gustaba como conmigo se deja.

Y me da miedo que se incomode.

— ¿Quiere que le prepare algo para cenar?— Pregunté.— Así se queda a dormir aquí.

— ¿Segura?— Preguntó.— Ya es tarde, no me gustaría que cocines ahorita.

— No me molesta cocinarle ahorita o a las tres de la mañana.— Respondí.

— ¿Como así?— Preguntó.

Busqué las palabras correctas para que me pudiera entender.

— Sam, usted me tiene a sus pies desde antes que yo lo notara.— Respondí.— Usted puede pedirme lo que sea, que sin preguntar porque o para que, lo voy hacer.

Se cubrió la cara. Sabía que se había sonrojado nuevamente.

— ¿Quiere comer algo?— Pregunté quitando sus manos de su cara.

— Está bien, pero déjame ayudarte.

Asentí y fuimos a la cocina.

— Mire, ahí hay recetas, no son difíciles, pero a mí se me olvida cómo cocinar.— Hablé señalando.

Soltó una risa burlona.

Le ayude a ponerse el delantal y ella me ayudó con el mío.

Nos pusimos a cocinar, al poco rato, la comida estaba lista, sólo faltaba servirla.