27. ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ

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Narra Lu

Ultimamente trataba de mantener mi mente ocupada, Samy se había dado cuenta de eso.

Y aunque nunca me preguntó nada, también me ayuda a mantener mi mente ocupada.

— Amor, ey préstame atención.— Hablo preocupada.— Solo, pon tu atención en mi.

Asentí rascándome la oreja, si le estaba prestando atención, pero no recuerdo que estaba diciendo.

Estos días he estado recordando muchas cosas que me pasaban de pequeña, todo el bullying, burlas y muchas cosas que me hacían en el colegio o escuela.

No me gustaba recordar eso, la pasaban tan mal en ese tiempo, que aveces no salía de mi cuarto.

O pensaba en irme lejos, cosa que nunca hice porque no quería preocupar a mi familia.

Que siempre estuvo ahí para ayudarme y hacerme entender que no era mi culpa que me molestaran.

Pero me sentía ridícula como era tan fácil hacerme sentir mal, nunca pude defenderme, y al parecer nunca podré.

— Deberías de descansar Lu.— Sam habló.— Te ves más cansada últimamente.

— No he podido dormir bien.— Respondí.— Me despierto en la madrugada.

— Lo sé, a veces he sentido cuando te levantas y vas al baño.— Hablo, abrazándome, recargue mi cabeza en su hombro.

Estoy bien, enserio estoy bien, solo es por unos días, además de que Samy me hace sentir bien, ella hace que olvide todo, incluyendo mi pasado.

— Creo que necesitaré mis pastillas para dormir.— Hablé, llevaba tiempo sin tomar pastillas.

— ¿Las vamos a comprar más al rato?— Preguntó.— Y salimos a dar un paseo, a comer, donde tú quieras.

— Como tú quieras está bien, me gusta estar contigo, no importa dónde.— Respondí y sonrió, acarició suavemente mi espalda y cerré mis ojos cansada.

— Vente vamos a la cama.— Dijo levantándose, agarró mi mano y caminamos hasta el cuarto.

— Pero es temprano y tú tienes cosas que hacer, puedo esperarte.— Hablé negando.

— Tu eres más importante que cualquier otra cosa.— Dijo mientras se sentaba en la cama, cruzada de brazos.— Tu salud es más importante para mí.

— Okey okey.— Levanté mis manos rendida.

Nos acomodamos en la cama, un puse mi cabeza en su pecho y ahí sí pude dormir sin ninguna interrupción.

Narra Samantha.

Saber que Luna no estaba bien por recordar su pasado no me gustaba, es raro verla más callada de lo que ya es, siempre está distraída, en si ya lo es.

Pero ahora está peor y no me gusta que se centre tanto en sus pensamientos, le he estado ayudando.

Aveces la pongo hacer cosas sin sentido, pero ella no se da cuenta y lo hace.

Y saber que la puedo ayudar a dormir también es bueno, pero quiero ayudarle en más cosas.

Quiero que vuelva a ser la Lu que conocí.

Horas después, me desperté y vi que Lu no estaba conmigo en el cuarto, me levanté toda aturdida y bajé a la sala.

No estaba ahí, pero si en la cocina, claramente preparando algo.

— ¿Que haces?— Pregunté detrás de ella y se asustó, tanto que se le cayó la cuchara que tenía en su mano.

— Babosa no me asustes así.— Dijo mientras se agachaba a recoger la cuchara.— Me dio hambre perdón.

— Está bien, no es necesario que te disculpes Lu.— Hablé sonriendo.

— Si, perdón.— Respondió.— Digo está bien, entiendo.

Reí negando y me senté con ella hablar mientras comía.

Era tarde, las dos de la mañana y ella apenas cenando.

Luego de un rato, porque se distraía para comer, quiso subir de nuevo al cuarto, asentí y subimos juntas.

Ahí, se quedó callada sentada en la esquina de la cama.

— Se me olvidó ir por tus pastillas.— Hablé y me miró.

— Si lo sé, perdón, es que si me había dormido, no pensé que fuera a dormir tanto.— Respondió.

— Está bien, más al rato vamos.— Dije mientras me sentaba a su lado.— ¿No les dirás nada?— Pregunté y negó.

Sé que no quiere preocupar a su hermano y a Ari, pero mínimo que le diga a alguien más.

— Es que, no quiero preocupar a mi familia, sé que si mi mamá se entera, ella vendría a México por mi culpa.— Respondió.— Mejor, voy a dormir, así me pongo feliz.

— ¿Te pone feliz dormir?— Pregunté riendo.

— Si, me gusta mucho mucho dormir.— Dijo recostándose en la cama, jaló mi mano y caí sobre ella.

Sin lastimarla.

— Me gustas, ¿sabes? Te amo.— Hablo de la nada.— Te amo tanto que me es difícil verte sexualmente.

Y me da risa, que cambia de tema con facilidad.

—¿ Apoco no me ves así?— Pregunté y me miró.

— No, desde que te conocí, sabía que si podría tener algo contigo, no me gustaría verte así, pues, porque te quiero mucho y siento feo.— Respondió y reí.

— Me gusta que eres bien, no sé, sensible y cariñosa al mismo tiempo, eres bien fácil de amar.— Hablé y se cubrió la cara sonrojada.— ¿Por qué te sonrojas?

— Porqué aún no me acostumbro a que me trates bien.— Respondió, me abrazó y puso su cabeza en mi pecho.

No se, pero le gusta mucho dormir así.

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Reflejando mis traumas 😻😻😻

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ɢɪʀʟs ɪɴ ʟᴏᴠᴇ - ʀɪᴠᴇʀs_ɢɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora