16. ʟᴇɢᴏꜱ

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Lu 📍

Estaba con Sam en su departamento, últimamente me la pasaba aquí mucho, porque ella me lo pedía y porque yo le pedía permiso si podía estar con ella.

Y estaba preparándole comida, no le gusta que yo haga estas cosas por ella, pero a mí me gusta hacerlo.

Estaba detrás de mi, viéndome cocinar.

— Listo.— Hable y iba a agarrar un plato, pero sentí un jalón en mi camisa.

— Ve a sentarte Lu, yo te sirvo.

— Pero.— No terminé de hablar ya que me miró con el ceño fruncido y asentí rápidamente.

Sonrió negando y nos sirvió la cena.

Y como siempre, espera a que ella empezara para poder comer yo.

— ¿Te gustaría aparecer en algún directo mío?— Preguntó y me ahogué con mi comida.

Preguntó de la nada y yo estaba tan emocionada con mi comida.

Me pasó un vaso de jugo.

— Perdón, preguntó de la nada y me sorprendí.— Tosí un poco.

— Está bien, no te preocupes.

— Si, me gastaría salir con usted, aunque nadie sabe que soy hermana de Juan, no creo que lo descubran, ¿o si?— Pregunté, negó, bueno saber qué hizo.

— No creo, es que yo hace unas semanas mucho mucho antes de terminar con él... compre unos... ¿como se llaman?— Se preguntó a sí misma.— Los.. legos si esas chingaderas.

— Aaaaah... ¿y que tiene?

— Que me gustaría armarlos contigo mensa.— Hablo.— Mañana.

— Está bien, si me gustaría.— Hable asintiendo.

— ¿Segura?

— Segura segura.— Respondí y dejó un beso en mi mejilla.

Terminamos de comer y fuimos a la sala.

— No necesita que compre algo más para el directo?— Pregunté.— Se que es mañana, pero me gustaría ayudarle.

— Mmmh.— Hizo el sonido pensando, después negó.

— Ash, ni resuelve.— Hable sentándome en el sillón cerca de ella.

Bostece y me quedé viéndola.

— ¿Que?— Preguntó y la miré con el ceño fruncido.

— ¿Que de que?— Cuestione parpadeando.

— ¿Por qué me ves así?— Pregunto.

— Como, ¿así?

— Tus pupilas se dilatan mucho, siempre que me ves y no entiendo, pero se dilatan tanto que parecen negros.— Hablo nerviosa y negué sonreído.

— No lo sé, no me había fijado.— Hable y bostece de nuevo.

— Estás cansada, ¿no?— Pregunto y negué, bostezando.— Vente, durmamos.

Me jaló del brazo y me acomodé en su vientre, mientras acariciaba mi cabello.

— Aún no me has insinuado nada.— Habló y yo ya tenía los ojos cerrados preparada para dormirme.

ɢɪʀʟs ɪɴ ʟᴏᴠᴇ - ʀɪᴠᴇʀs_ɢɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora