Es una relación basada en la confianza

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-Laura hazme el favor y alcánzame el tarro que está debajo de aquella mesa, le decía Margarita a su hija mientras trasplantaba una planta en su jardín.

-Mami se me va a hacer muy tarde, quedé en juntarme con unos compañeros de clases para hacer una tarea y estoy retrasada.

-Eso no te quitará ni un minuto muchacha, pásame el tarro por favor. Luego que cumplió con el mandato de su madre salió apresurada de su casa. Ya sus compañeros estaban reunidos esperándola, enseguida iniciaron con lo que tenían programado.

Manuel y Siruen eran parte de los compañeros de Laura que iban a realizar la tarea.

-Saludos chicos como están? disculpen si me demoré, tuve que ayudar a mi madre antes de salir.

-Descuida, amiga, a penas estamos llegando también, dijo una de las compañeras. Empezaron a hacer la tarea y tan pronto como terminaron, Manuel les propuso que fueran a la heladería.

-Quien invita paga, dijo una de las chicas.

-Bueno yo pago el mío y el de Laura, dijo Siruen de inmediato.

-Ah! buscando buena puntuación eh?, dijo Manuel a su amigo guiñándole un ojo.

Laura reaccionó de inmediato y como estaba ajena a lo que decía Manuel, mal interpretó aquello. -Ah no Siruen, no tienes que pagarme ningún helado, ya conozco tu fama de galán, pero no eres mi tipo, le dijo Laura muy seriamente. -Yo puedo pagar mi helado.

-Jajajaja, de que me hablas Lau? no me mal interpretes por favor, esto lo hago sin ningún interés, además no es de mí de quien tienes que cuidarte, dijo el joven, mientras tocaba el hombro de su amigo: -Verdad Manuel. Este le dio un codazo a Siruen en señal de advertencia que no continuó hablando.

-Yo lo pago Lau, no te preocupes, dijo Manuel.

Cuando por fin se pusieron de acuerdo llegaron a la heladería y luego de que cada uno pudo  disfrutar de un rico helado, se despidieron y se fueron a sus respectivas casas.

Manuel y Siruen se quedaron por los alrededores de la heladería, cerca quedaba la cancha donde ellos todas las tardes jugaban baloncesto. -Oyen Siruen, casi me pones al descubierto con Laura, no me vuelvas a hacer eso por favor, le reprochó Manuel.

-Bueno hermano, tu me disculpas, pero me desespera saber que Laura te gusta y no tengas valor de decírselo, le responde Siruen, además sabemos que tu le gustas a ella también. Entonces por que perder el tiempo.

-Si, pero por eso no hay que actuar a la ligera amigo, debo esperar el momento y lugar adecuado. Eso eres tu, que eres muy acelerado y pica flor.

-No hermano ya no soy así, esa chica Edaj en verdad me tiene enamorado, tanto así que estoy planeando ver como voy a hacerle la visita. Cuando dijo esto echó un suspiro que su amigo lo miró asombrado.

Laura, cuando llegó a casa se puso a estudiar porque tenía examen al día siguiente, su madre margarita le había guardado un poco de jugo. -Hija te guardé un poco de jugo, está en la nevera.

-Ay no mami, muchas gracias, acabo de comerme un helado que me regaló uno de los compañeros, lo dejaré para más tarde.

-Ah pero que bien hija, algún enamoradito por ahí?, sabes que puedes contar conmigo si te gusta alguien ok. Margarita y su hija Laura llevaban una relación basada en la confianza y desde pequeña le mostró a su hija que la comunicación entre ellas debía reinar ante todo.

-Que va mami, solo estaba con los compañeros en la heladería, bueno no te voy a mentir que existe uno que me llama la atención, podría decir que me gusta, pero el malvado no se fija en mi.

-Ay hija te voy a dar un consejo, no es que vas a estar de lanzada con los chicos, pero a veces debes darle indicios de que tu existes.

Hija y madre continuaron hablando por un largo rato, hasta que margarita le dijo a Laura que se iba a retirar a la cocina a preparar la cena, entonces Laura aprovechó y se fue a su habitación. Una vez allí empezó a pensar en lo ocurrido en la heladería, por qué Siruen había respondido de esa manera?, se propuso investigar bien el asunto al día siguiente cuando estuvieran en clases. Por otro lado también pensaba en lo que le había dicho su madre, debería ella por lo menos hacerle saber a Manuel que él le interesaba? En su mente se formó un gran cúmulo de ideas y pensamientos que en un momento creyó que su cabeza estallaría. Tomó su bata y una toalla y fue a darse un baño antes de cenar.

Contigo al fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora