Contigo al fin del mundo

Yo te regalo la mía

En la mañana bien temprano, Laura se dirigía al liceo con pasos apresurados, estaba deseosa de que Manuel supiera el sueño que había tenido, sueño? nooo, la pesadilla que la hizo perder el sueño.

-Descuida Laura, esa pesadilla no debe significar nada para ti, estoy muy enamorado de ti, pero te respeto al máximo, nunca trataré de hacerte algo de lo que no estés de acuerdo, te lo juro.

-Tus palabras me llenan de tranquilidad, dijo ella, mientras hablaba con él, -fue tan real aquello que te confieso que me asusté. 

Ya le faltaban pocos exámenes por tomar para finalizar ese año escolar. 

Siruen estaba un poco mortificado, había llamado a Edaj varias veces y no se había comunicado con ella, no se explicaba que estaba pasando, él le había dicho que la llamaría todas las tardes antes de que se fuera al liceo, siempre le respondía su madre y otras contadas veces nadie levantaba el aparato cuando sonaba. -Estará dañado? se preguntaba al ver que nadie contestaba.

Ya no estaba dispuesto a esperar mas, la angustia de no saber de Edaj lo tenía aturdido. Estaba decidido a ir a visitarla ese fin de semana, buscaría la forma de comunicarse con ella, y como ya los exámenes estaban por terminar, solo tenía que ver cual sería la excusa que le daría a sus padres para poder salir.

Por otra parte la relación entre Nancy y Robert  se fortalecía cada vez más. Esa tarde estaban sentados en el parque, él tratando de convencerla a ella de que le permita hablar con sus padres para formalizar su relación y ella tratando de postergarlo todo porque sabía que la reacción de sus padres no iba a ser muy favorable, por lo menos por el momento.

-Vamos a esperar por lo menos que termine el año escolar, para que no pongan como pretexto que no debo descuidar los estudios por estar pensando en novios, le decía Nancy mientras le guiñaba un ojo.

-Ok, no hay problemas mi amor siempre que me miras así, me convences de todo, a propósito le hablé a mis padres de ti y quisieran conocerte, que me dices?  El la estaba poniendo en una situación difícil, no sabía si aceptar ir a casa de los padres de él o esperar hasta que hablaran con los de ella también.

-No se querido, vuelvo y te reitero creo que que debemos esperar a ver como sale todo, que fluya libremente sin presión ninguna.

-Tienes razón, le dijo él de forma optimista, -pero sabes que sí podemos hacer? ir al cine el sábado en la tarde, así podríamos invitar a mi hermanita, está desesperada por conocerte. 

Al escuchar esto ella se enterneció: -en verdad me quiere conocer? daría lo que fuera por tener una hermanita a quien cuidar, complacer, jajajaja mal criar.

-Ah pero no hay problemas! le dijo él, -yo te regalo la mía a ver si sigues pensando igual, o mejor aún puedo hacer que tengas a quien cuidar que sea de tu propiedad. Al decirle esto se acercó a ella y le plantó un tierno beso que ella correspondió de igual manera. Por un momento habían olvidado que estaban en el parque y se dejaron llevar por el deseo, fue un beso que los dejó sin aliento a los dos.

-Estoy completamente enamorado de ti, Nancy, le dijo Robert en susurro y casi sin aliento, al tiempo de tomar su cara entre las manos y volverla a besar apasionadamente.