7. Conexión

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Se ha hecho ya de noche para cuando emprendo el camino de vuelta al tráiler donde, si no ha cambiado de opinión, Chiara sigue esperándome. Me sabe mal haberla dejado tanto rato sola, con una explicación muy vaga de por qué necesitaba que se quedara. Ahora tengo que explicarle todo lo del videoclip y cómo el ataque ha cambiado el rumbo de los siguientes días de rodaje y, probablemente, de su viaje.

No quiero pensar mucho en lo que ha pasado porque, lo más probable, es que me dé un ataque de ansiedad. Lo que necesito es tomar las riendas de la situación y controlar lo que le llega al público. De lo otro ya nos ocuparemos más adelante. Por suerte, el equipo ha entendido por qué y cómo queremos reconducir el vídeo y, dado que la escena que podría suponer más gasto económico y de tiempo ya la tenemos, es sólo cuestión de reorganizarse. Me preocupaban más Manu y la discográfica. Al final, son ellos quienes ponen el dinero y, por consecuente, las condiciones. Cambiarles todo el planteamiento del videoclip cuando ya estábamos rodando era evidente que no les iba a hacer gracia.

Pero si hay una cosa que saben hacer bien en la industria de la música, es sacarle provecho a un escándalo. El vídeo filtrado se ha viralizado en pocos minutos. Todo el mundo está especulando ahora respecto a lo que realmente ha pasado y, sobre todo, quieren saber quién es la misteriosa mujer que me ha salvado. Si jugamos bien nuestras cartas y dejamos caer sutilmente que lo que se ha filtrado era parte del rodaje del videoclip, podemos desviar la atención del psicópata que ha querido atropellarme y centrarla en mi música. Manu ha entendido de inmediato lo que podría significar aprovechar esta oportunidad y, detrás de él, han ido el resto de los peces gordos.

Y es que si, de paso, le vendes al público un romance de película, ellos saben que tenemos el pescado vendido.

Martin me ha enseñado el vídeo que tenemos del coche entrando a toda velocidad en el set, que por suerte tiene mucha más calidad y un mejor ángulo que el filtrado. Me ha puesto los pelos de punta ver lo cerca que ha estado de conseguir su objetivo, pero lo que realmente me ha erizado la piel ha sido ver como Chiara me apartaba del camino, mientras me protegía con su cuerpo de la caída. Todavía no había superado el súbito calor que me había provocado encontrarme con sus ojos por primera vez, que ahora tengo grabada a fuego la sensación de sus brazos rodeándome.

No sé qué tiene Chiara para hacerme sentir así sin conocernos de nada, pero quiero averiguarlo.

Por suerte, incluso la gente de la discográfica -y todas las redes- se han dado cuenta también de esa conexión, dándome la excusa perfecta para pedirle que se quede conmigo un poquito más.

Si el destino la ha puesto en mi camino, ¿quién soy yo para llevarle la contraria?

Mientras me acerco a la puerta del tráiler, voy repasando mentalmente lo que le diré para conseguir que se quede durante lo que dure el rodaje, pero justo cuando estiro la mano para girar la maneta, la voz de alguien cantando hace que se me olvide todo.

No alguien... Chiara.

Si los sueños, sueños son,

No me dejes despertar...

Chiara está cantando mi canción.

...si eso supone aceptar

Que no eres más que una ilusión

Y que te desvanecerás

Nada más abra los ojos.

Es el trozo de canción que estaba grabando cuando la he visto por primera vez, y ya no es sólo que sea imposible que haya escuchado la canción antes de eso como para sabérsela, es que, encima, está tocando la melodía para acompañarla. Probablemente haya visto la guitarra que tengo para practicar en horas muertas y ha decidido entretenerse. Lo que me fascina es que, aunque sigue la estructura de la canción, los acordes son diferentes y, aunque me cueste admitirlo, creo que suena incluso mejor que la original.

Y su voz... Su voz es como el canto de una sirena, que se te mete dentro y te ata con hilos invisibles, para luego manejarte a su antojo cual marioneta.

Cuando quiero darme cuenta, estoy dentro del tráiler. Chiara ha dejado de tocar y me mira como un animalillo sorprendido por las luces de un coche en mitad de la noche.

-Perdón. –Me dice, parando de tocar inmediatamente. –No sabía lo que ibas a tardar y tenía curiosidad. Es la primera vez que puedo tocar un instrumento musical. Sólo los había visto en material audiovisual.

- ¿Me estás vacilando? –Chiara me mira confundida. Creo que no ha entendido la expresión. –Quiero decir que no me creo que sea la primera vez que tocas una guitarra. Yo llevo casi cinco meses dando clases y apenas consigo tocar cuatro acordes seguidos sin perder el ritmo. Tú estabas haciéndole variaciones a la melodía de una canción que has escuchado una vez.

-Me gusta mucho la música. Me hace sentir bien.

-Y a mí, pero eso no me convierte automáticamente en Carlos Santana.

- ¿Quién?

- ¿El guitarrista?

- ¿Es amigo tuyo?

No puedo evitar soltar una carcajada, cosa que hace que Chiara me mire aún más confundida. Joder, es adorable.

-No, es igual, no es importante. -Le digo. - ¿Has pensado en la propuesta que te hicimos antes?

Después de escucharla cantar, tengo alguna que otra propuesta más, pero ahora mismo la prioridad es el videoclip.

Su rostro toma un semblante más serio. Dejando la guitarra apartada a un lado, se levanta del sofá y da un par de pasos para quedarse frente a mí. Estirando el brazo levemente, toma una de mis manos y la acaricia suavemente con el pulgar, mientras parece pensar en algo.

-No puedo quedarme. -Contesta dejando ir un leve suspiro. Entonces, levanta la vista y sus preciosos ojos verdes se clavan en los míos. -No entiendo por qué, todo mi ser me dice que aquí es donde tengo que estar..., contigo... Pero mi obligación es volver con Rus.

En otras circunstancias, la intensidad de sus palabras habría provocado que saliera corriendo a pedir una orden de alejamiento, pero yo también he sentido esa conexión, esa necesidad de sentirla cerca. Es algo terrorífico y a la vez excitante.

-Ya es tarde y me has dicho que no recuerdas como volver. A oscuras ni siquiera te sonarán las calles. -Le digo para intentar convencerla. -Quédate al menos hasta mañana. Te prometo que, en cuanto tengamos un hueco en el rodaje, ponemos el Google Maps en mi móvil y yo misma te ayudo a encontrarla.

Chiara sonríe levemente. Creo que vamos por buen camino.

-De verdad quieres que salga en tu videoclip?

*****

¡Se viene un capítulo más antes de volver al momento donde dejamos a Rus!

Por si os interesa, me podéis seguir en X como LennaPo (main) o PoInTheShadows (para cosas Kivi y el fic).


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