*¿Por qué está tu guitarra en mi nave espacial?*
Es el primer mensaje que recibo de Kiki poco después de hayan emprendido su viaje.
Martin y yo seguimos apoyados en la verja del parque, en una zona desde donde podemos ver los matorrales que, hasta hace poco, habían escondido el vehículo interestelar. Para cualquiera que pasara por allí, el extraño ondular de los árboles acontecido hace apenas cinco minutos se podía atribuir simplemente a una racha de viento fortuita, nadie sabría nunca lo que habían ocultado aquellas ramas porque aquella nave era tan sigilosa como un felino preparándose para saltar sobre su presa.
Para mí, el silencio ensordecedor en el que se ha sumido el parque después, ha sido la prueba definitiva de que ella ya no está.
*Contigo será más feliz* Contesto.
*Tal vez, así, puedas también transformar tus recuerdos en canciones*
*Pues espero tener dedos suficientes en mi próximas manos*
*****
*Tengo un problema*
*Acabamos de aterrizar y es de noche*
*Brillan las estrellas en el cielo*
–No me estás prestando atención.
La voz de mi mejor amiga hace que levante la cabeza y desvíe mi atención de la pantalla.
–Perdona, Denna.
–Tú nunca has sido de estar tan pendiente del móvil cuando salimos. ¿Quién te tiene así? ¿Es esa chica de Barcelona?
Hace cuatro días que volvimos a Madrid y había conseguido darle largas a Denna hasta hoy, que ha venido a casa para sacarme a rastras a comer. Sé que está preocupada y que necesita explicaciones sobre todo lo relacionado con los días del rodaje, pero no sé ni por dónde empezar.
–Te he dado unos días porque Martin me dijo que necesitabas estar sola, pero no quiero que me dejes de lado si lo estás pasando mal.
¿Cómo le explico lo que me pasa sin contárselo todo? No lo entenderá. Con Martin fue fácil porque tenía la prueba tangible de que aquella locura era real. Pero, ¿cómo le hago entender a mi mejor amiga que mi corazón se ha ido a hacer un viaje sin retorno a las estrellas?
Mi móvil vuelve a vibrar y no puedo evitar bajar la vista a la pantalla.
*Me han recordado a la cala*
*¿Qué hago yo ahora con este calentón?*
No puedo evitar soltar una carcajada que hace que mi amiga frunza el ceño y me mire molesta.
–Lo siento.
–Habla.
Yo sólo puedo asentir y tomar aire antes de empezar a relatar la historia de la alienígena que llegó a la tierra para salvarme la vida y robarme el corazón.
–Su nombre es Keeks.
*****
*Tu Bjan me va a matar cuando sepa que te he mandado esto.*
*Pero es la forma más adorable que ha tenido nunca.*
*Y necesito poder reírme de ella con alguien.*
ESTÁS LEYENDO
Sin noticias de Keeks
Science FictionVioleta no sabe que la llegada de una nave espacial, que acaba de aterrizar en el parque de La Ciutadella en Barcelona, está a punto de cambiar su vida. Las dos tripulantes de la nave se preparan para empezar la misión. Rus, la científica designada...