25. Celos

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Mientras Raquel me recoloca el vestido para repetir la toma, busco a Chiara con la mirada, pero en vez de encontrarme con sus ojos verdes observándome, la veo girada hacia alguien que se ha colocado a su lado. Alguien de melena rubia y sonrisa tonta que se inclina cada vez más hacia mi chica.

Está muy cerca.

Demasiado.

Chiara, siendo todo lo simpática y cordial que es siempre con todo el mundo, asiente con una sonrisa a algo que ha dicho la chica y le tiende el móvil. Estela escribe algo en él rápidamente y se lo devuelve.

–¿Quién lo iba a decir? Violeta Hódar celosa.

La voz de Raquel me saca de repente de la espiral autodestructiva en la que empezaba a entrar. Vuelvo a prestarle atención a la estilista, que me mira con una sonrisilla dibujada en sus labios.

–No estoy celosa. –Le rebato con tono ofendido.

–Vio, que te conozco desde que apenas levantabas un palmo del suelo. Nunca te había visto así con nadie y, definitivamente, nunca había oído las palabras mi novia salir de tu boca.

–De esto ni una palabra a mi madre. –Le digo en tono amenazante.

–Tranquila, que la Susi tiene sus propios recursos. –Me dice riéndose. –Que no te extrañe encontrártela en Madrid esperándote cuando vuelvas para interrogarte en persona.

Una carcajada exagerada vuelve a desviar mi atención, lo que me lleva a descubrir una de las manos de Estela aferrada al brazo de Chiara y a mi novia sonriéndole a la chica.

–Y por eso de ahí no te preocupes. –Continúa Raquel. –Por como esa chica te mira, la rubia no tiene nada que hacer.

Pensando de forma racional, sé que Kiki no está interesada, que sólo le está siguiendo la corriente porque necesitamos que se confíe, pero no puedo evitar que me dé cierta rabia que esa se tome la libertad de tontear con alguien que, hasta donde ella sabe, tiene pareja y que encima se crea con posibilidades. Estela nunca ha sido santa de mi devoción, y más sabiendo quiénes son su círculo más cercano, pero es que además se gasta unos aires de superioridad que me sacan de quicio. Como si tener un físico bonito fuera lo único importante para conquistar a alguien...

Raquel termina y se aleja para que podamos realizar la segunda toma. No tardamos mucho más en acabar. Con un par de tomas más mías en solitario finalizamos el día de rodaje así que, en cuanto me liberan de mis obligaciones, voy en busca de la morena. Estoy decidida a aprovechar lo que queda de día haciendo que Kiki olvide cualquier interacción con la rubia de bote.

Pero, cuando me acerco a la zona de técnicos, donde pensaba que Chiara estaría esperando, no la encuentro por ningún lado. Pregunto a uno de los sonidistas si la han visto y me indica que se fue hace unos minutos en dirección al tráiler porque, al parecer, había recibido una llamada.

Hasta donde yo sé, el número de su móvil sólo lo tengo yo...

–¿Todo bien, Vio?

Martin frena mi marcha de golpe y me mira preocupado.

–Sí, sí. Es que pensaba que Kiki estaría por aquí, pero no la encuentro. Iba al tráiler a buscarla.

–Me la he cruzado hace un momento, pero la he visto hablando por teléfono. Si quieres, como ya habéis acabado por hoy, puedes llevártela al hotel y así descansáis, que mañana tenemos que estar todos en pie antes de que salga el sol para la escena del acantilado.

¿Y si le digo que no entra en mis planes el dormir esta noche?

–Martin...

–Violeta...

Sin noticias de KeeksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora