10. Irracional

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BARCELONA

1354 HORA LOCAL

"Me he enamorado."

Creo que algo en las sinapsis del cerebro de mi creadora ha dejado de funcionar, porque lleva casi dos minutos mirándome fijamente como si, de repente, me hubiera salido una segunda cabeza. No es algo que no haya pasado antes, pero es totalmente incompatible con mi cuerpo humano actual, con lo cual supongo que debe tratarse de otra cosa.

-¿Puedes repetir lo que has dicho? Porque creo que el selector debe haber configurado mal algo en la zona del cerebro que gestiona el lenguaje. De otra forma, la frase que acabas de pronunciar no tiene sentido viniendo de ti.

Sé perfectamente que Rus no es ajena al concepto del amor romántico. A pesar de que en nuestro planeta no exista, muchas de las civilizaciones que hemos visitado durante nuestro viaje de investigación poseen la capacidad de sentir esa emoción y construyen su vida a partir de las relaciones que se generan gracias a ella.

-¿Por qué no?

-Es una emoción irracional que el selector no está programado para replicar. -Me contesta con seriedad. -Ese tipo de emociones provocan distracción, acciones impulsivas y falta de juicio racional a la hora de tomar decisiones. Por algo se erradicó de nuestra sociedad.

El caso es que hay muchas cosas que Rus da por hecho, que en realidad hace tiempo que no funcionan como ella cree, y ahora parece que ha llegado el momento de que sea consciente de ello.

-Pues es la única manera que tengo de explicar cómo me siento con Violeta.

-Descríbelo. -Me ordena. Nunca la había visto tan tensa. -De forma objetiva.

Tomo aire. ¿Cómo le explico de forma objetiva y racional que, en lo más profundo de mí, algo me dice que todo nuestro viaje ha sido simplemente el medio para llegar hasta la Tierra y encontrar a Violeta? Porque sé cómo suena eso. Sé que no debería existir el menor resquicio de ese tipo de emociones en mí, pero tampoco debería haber llorado al dejar el acogedor planeta de los bfugh, o recordar los salmos de despedida de Fej. No debería querer volver a escuchar el eco resonar en las montañas de Eskerta o el silbido del aire al atravesar las cuevas en los acantilados de Gaye... Ni siquiera debería recordarlos.

¿Cómo le dices a alguien inculcado en el pensamiento científico más estricto que su creación no es todo lo perfecta que debía ser?

-¿Recuerdas cómo le costó a la nave salir de la zona de influencia de FDG4-04 cuando empezó a colapsar? -Mi compañera asiente, aunque un tanto confundida por la pregunta. -Así me sentí ayer cuando vi a Violeta por primera vez. -Empiezo a explicar. -Pero, esta vez, no he podido evitar que me arrastrara. Ha sido más fuerte que yo. Y ahora es como si el estar a su lado fuera todo lo que necesito. Noto reaccionar este cuerpo con cada roce, con cada sonrisa, aumentando la temperatura y erizándome la piel. Quiero protegerla de cualquier mal, tanto que he llegado a poner su seguridad por delante de la misión, y quiero ser lo que aleje sus malos sueños, aunque para ello tenga que cantarle una canción de cuna de un planeta a tres galaxias de distancia de aquí que ni siquiera sabe que existe.

-No.

La respuesta de Rus es tajante. Seca. Su rostro parece haber perdido, de repente, el leve color rosado de su piel.

-¿No?

-No, Keeks. No puedes sentir nada de lo que acabas de decir.

-¿Me lo estás prohibiendo o me estás queriendo decir que soy incapaz de ello?

No sé cuál de las dos opciones sería peor, sinceramente.

-Ambas.

Ah..., genial.

-Sé perfectamente cómo me siento, Rus. -Le contesto. Esta vez soy yo quién está empezando a enfadarse.

-No, sabes cómo deberías sentirte porque lo has estudiado como parte de la preparación para la misión, pero es tan real como esos vídeos que llamas películas. Te creé para interpretar un papel en cada sitio al que vamos. En cuanto la película termine, ese personaje desaparecerá.

-Como todos los anteriores, ¿no?

-Sí, tal y como marca el protocolo.

-Pues siento decirte que tu protocolo hace aguas.

No sé si es por lo que he dicho o por el tono con el que lo he hecho, pero Rus me mira confundida. Creo que no se esperaba que fuera capaz de contestarle de esta manera. Al fin y al cabo, ella es la oficial superior de la misión y lo que dice debe ser ley para mí. Que le esté discutiendo su punto de vista es algo nuevo para ella. Nuevo y peligroso.

-¿Desde cuándo? -Me pregunta con expresión neutra. Ahora sí me está dando miedo. -¿Desde cuándo no haces un reseteo completo?

-Desde Fej.

-¡Eso es prácticamente desde el principio de la misión!

-Creo que el ritual de unión de los shsuy cambió algo de mi configuración inicial.

-No. -Me contesta de forma tajante. -Imposible. El código de tu material genético base es inquebrantable. Es imposible que algo externo lo haya cambiado sin haber una predisposición pre...

De repente, veo como Rus se queda totalmente rígida y palidece hasta el extremo, pero antes de poder preguntarle qué se le está pasando por la cabeza, la puerta del tráiler se abre y Violeta entra de nuevo. Han pasado quince minutos exactos, tal y como nos había informado antes de irse.

-Chiara, nos necesitan en el set. -Me dice con una sonrisa. -¿Interrumpo algo importante?

Me giro para observar de nuevo a Rus, que sigue con la mirada perdida y sin decir palabra, así que niego con la cabeza y me dirijo hacia la puerta para acompañar a Violeta.

-No sé qué está pasando, Rus, pero sé por esa expresión que hay algo que no me estás contando. -Le digo. -Yo voy a estar un rato ocupada, pero puedes esperarme aquí y, cuando vuelva, seguimos hablando de esto, con calma y sin precipitarnos a nada. ¿De acuerdo?

Pero mi superior apenas muestra indicios de haberme oído. Me preocupa dejarla así en un sitio desconocido, pero sé que aquí al menos no corre peligro y me esperará.

Cuando la puerta se cierra detrás de mí, Violeta toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. Es un gesto que he visto mil veces en todo mi material audiovisual de la Tierra, pero nunca pensé que algo tan simple pudiera hacerte sentir tantas cosas de golpe.

-¿Todo bien? -Me pregunta un tanto tímida y mirando al suelo mientras caminamos hacia el set de rodaje.

Le doy un ligero apretón en la mano para llamar su atención y que levante la vista para encontrarse con mis ojos antes de contestar.

-Ahora sí.

*****

Perdóoon por tardar tanto en actualizar. Entre la vida pasándome por encima esta semana, los conciertos de Barcelona e ir al Kapra con Kiki el lunes, no he tenido apenas tiempo de escribir.

Espero que (a los 4 gatos que me leéis) os esté gustando.

Sin noticias de KeeksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora